bolivia hechos y rostros
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lunes, julio 16, 2012
TIPNIS: UN "RESABIO COLONIAL" SOCORRE AL PROCESO DE CAMBIO
Por Clovis Díaz
La Paz, Lunes 16 de Julio de 2012 (EL DIARIO).- Ironía de la Historia: un resabio colonial
acudió en socorro del gobierno boliviano, aislando a los componentes de la
Novena Marcha del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure
(TIPNIS), estacionados en La Paz.
Se trata de los “corregidores” que en número de cuarenta y cinco, con tuición en el TIPNIS, firmaron un Acta de
Entendimiento, aceptando la consulta previa destinada a establecer o no, la construcción de una carretera que
atravesaría el mencionado espacio territorial.
Los corregidores, asistieron en la noche del martes 3 de julio 2012, a
una reunión de alto nivel con los
ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; de Gobierno, Carlos
Romero; de Obras Públicas, Vladimir
Sánchez y de Medio Ambiente, Felipe Quispe.
Los corregidores suscribieron el Acta, en representación de la Subcentral TIPNIS; Subcentral Sécure y Consejo Indígena del Sur (CONISUR). El
Ministro de la Presidencia, dijo en esa ocasión, que otros once corregidores del Río Ichoa, no asistieron
a la firma del Acta porque esperaban en el lugar la visita del primer
mandatario.
El Acta de Entendimiento, según los portavoces oficiales, cumple con
la Ley 222, de acuerdo a exigencias del
Tribunal Constitucional Plurinacional.
Los indígenas de la Novena Marcha del TIPNIS, que acampaban en la
ciudad de La Paz, no asistieron a la
reunión convocada por el gobierno. Rechazaron la realización de la consulta
previa contenida en la Ley 222, porque la consideran tardía , de ribetes no
constitucionales y criticaron la actitud de los corregidores.
CIERRAN
EL CERCO
Los corregidores, cerraron y completaron el cerco táctico del
oficialismo tendido contra los
marchistas del TIPNIS, debilitándolos no sólo en el contexto de negociaciones,
sino también entre las numerosas etnias
que pueblan el Parque.
Está muy claro, que la estrategia de la Presidencia del Estado
Plurinacional, logró desvirtuar en algo la imagen de los marchistas y de sus
principales líderes. La campaña de propaganda política contra Fernando Vargas y
Bertha Bejarano, entre otros caudillos del TIPNIS, habría obtenido resultados
deteriorando la imagen de ellos.
OTROS
FACTORES
Sin embargo, en el aislamiento
político y sindical de los indígenas del TIPNIS, intervinieron otros factores que, a nuestro juicio, son:
a).- Retorno del Beni a la ciudad de La Paz, apenas concluida la exitosa Octava
Marcha del TIPNIS, con un contingente agotado mientras que en el centro
político, La Paz, se desarrollaban distintos procesos sociales con los cuales,
el TIPNIS, al parecer, no tenía contacto;
b).- Recorrido de más de 600 kilómetros
en constante subida, en pleno inicio del invierno; c).- Contingente disminuido que,
además, caminaba con niños y personas enfermas, tardando más de lo previsto en el
difícil recorrido hacia La Paz; d).- Escaso avituallamiento de provisiones,
agua y medicinas, antes de partir y durante el recorrido de la selva a la
cordillera; e).- Eventual ausencia del presidente de la Subcentral TIPNIS,
Fernando Vargas, en unos casos por enfermedad y en otros, por asistir a eventos
externos; f).- La inactividad del Pacto Social Indígena (PSI), integrado por
grupos disidentes al gobierno o que en su época pertenecieron al MAS; g).- El
arribo de los marchistas a la ciudad de La Paz, coincidió con el inicio de la
vacación escolar que, por supuesto, desmovilizó al gremio de Maestros y de
otras instituciones sindicales, coadyuvando indirectamente al aislamiento
indígena.
MALA
JUGADA
La Novena Marcha, jugó mal sus cartas. Por ejemplo: g).- No mantuvo
representación en nombre del TIPNIS, que participe de la huelga de médicos y de
otros sectores, dejando vacío por un
largo intervalo, el preponderante lugar que había ocupado la Octava Marcha del
TIPNIS en el influyente escenario paceño;
h).- Cuando ocurrió el amotinamiento de la Policía Nacional, los dirigentes de
la Novena Marcha, esperaron en la Cumbre que da acceso a la ciudad de La Paz, para
no ser involucrados por el oficialismo, en un supuesto golpe de Estado contra el primer mandatario; permitieron que el
gobierno neutralice el motín policial , en lugar de proyectar un acercamiento
con los policías amotinados. Luego, marcharon hacia La Paz, espacio de tiempo en
que el conflicto adquirió un punto de equilibrio. La convulsión social prácticamente mitigada.
El gobierno tenía las manos libres para afrontar cualquier emergencia.
La Marcha del TIPNIS, i).- Ingresó, debilitada al barrio de Miraflores. Tuvo
que ser escoltada por ciudadanos simpatizantes con la causa indígena, mientras
el gobierno movilizaba a otros sectores afines al oficialismo o recientemente
conquistados; j).- Al llegar a la Plaza Murillo, la Novena Marcha intentó “dar
una vuelta” frente al Palacio de Gobierno y luego salir del Kilómetro Cero. La
Policía evitó el ingreso; k).- Buscar un área para campamento y deambular por
el centro de La Paz, dispersó la atención del núcleo dirigente, de tal manera
que los TIPNIS, ya estacionados en las inmediaciones de la Vicepresidencia del
Estado Plurinacional, no comprendieron
que la situación había cambiado radicalmente entre la Octava y la Novena Marcha.
El escenario era otro, diferente y engañoso; l).-No asistir a la convocatoria
del gobierno, fue el último error de los indígenas rebeldes. Aportó el propio autoaislamiento
que, sumado al aislamiento político generado por el oficialismo disminuyó más
las posibilidades de readecuación de
fuerzas del TIPNIS y de sus aliados; ll).-
El apoyo de organizaciones sociales al TIPNIS ( COB, universitarios, maestros,
fabriles, mineros etc.), no revertiría el escenario político porque,
sencillamente el conflicto social, reiteramos, volvió a un punto de equilibrio,
aunque frágil, pero de enorme utilidad coyuntural para la estrategia del gobierno. La
ofensiva del TIPNIS; pasó a ser la contraofensiva del gobierno.
TACTICA DEL
GOBIERNO
Sin duda alguna, el tiempo que perdieron los marchistas del TIPNIS
---empleado en caminar más de 600 kilómetros de Trinidad a La Paz--- fue
aprovechado por los funcionarios encargados de neutralizar la Novena Marcha del
TIPNIS.
El oficialismo, nunca dejó de influir en las federaciones del Trópico
de Cochabamba y de estar en permanente contacto con sus dirigentes, entre
ellos, Edgar Tórrez, para que continúe la construcción de una carretera.
Recordemos que los cocaleros, tanto del subtrópico de Cochabamba, como de Los
Yungas de La Paz, en agosto 2011,
amenazaron en coincidencia con el Movimiento Sin Tierra (MST), activar una contramarcha en respaldo a dicha vía. En esos
días, el Canciller David Choquehuanca, hizo a maravillas el papel de
“secuestrado”.
En septiembre 2011, el gobierno para desmovilizar al TIPNIS, utilizó la denuncia de que algunos miembros de CONAMAQ
y del TIPNIS, tenían nexos con la Embajada de Estados Unidos. La Embajada
estadounidense, negó esa acusación.
No obstante, el director de la Agencia para el Desarrollo de las Macro
Regiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF), pidió la expulsión de USAID, por “apoyar
y financiar” la marcha indígena del TIPNIS. La estrategia del oficialismo,
pretendía involucrar a Estados Unidos y Organizaciones No Gubernamentales, como
supuesto apoyo internacional a los
marchistas.
En junio 2012 , pocos días antes del arribo de la larga columna
indígena a La Paz: k).- El gobierno convenció a una fracción del
Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qllasuyo (CONAMAQ), al mando de Carmelo
Titirico, para que abandonara la alianza CONAMAQ-TIPNIS.
La fracción además de renegar de la alianza con el TIPNIS, exigió la
renuncia de Rafael Quispe quien denunció el 17 de agosto del 2011, durante la
Octava Marcha del TIPNIS; “que el aparato estatal busca dividir a los indígenas
con la política que siempre aplicó, en base a la teoría de Maquiavelo de
dividir para reinar. El gobierno ha tratado de crear otra Central Obrera Boliviana
(COB); de crear un CONAMAQ paralelo. En varias marchas, el oficialismo las ha
dividido como ocurrió con la Central Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB)”,
agregó.
En cuanto a la campaña de propaganda oficial 2012: l).- Su continua y
reiterada difusión marchó, valga el
término, siguiendo los pasos de los indígenas de la Novena Marcha,
desacreditándola, negando liderazgo a sus portavoces; ll).- La puesta en escena de los corregidores,
como parte social del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure, fue
determinante para desmovilizar, en última instancia, a los líderes indígenas y
sus seguidores acampados frente a la Vicepresidencia del Estado Plurinacional.
Este es el apretado resumen de errores y logros de
los dos frentes en disputa: TIPNIS y gobierno.
CONCLUSION
Los factores que citamos en el análisis de la Novena
Marcha del TIPNIS, nos permiten concluir
en que, para el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), el tema de la
consulta previa dejó de ser un problema social, para convertirse en un apéndice
técnico de pronta realización.
Que la Novena Marcha, fue neutralizada con la misma
gente del TIPNIS. Remontándonos a los cronistas de la Colonia española, éste
sería un simple caso de “indios contra indios”.
Que la utilización de los corregidores, definió la
situación a favor del gobierno, pero abrió simultáneamente, un espacio de lucha
entre corregidores y etnias que se sienten “traicionadas” por su propia gente.
Que subyacen
nuevos conflictos contra la política oficial; contra un gobierno que no hace
cumplir las leyes del Estado Plurinacional; contra un gobierno debilitado por
los movimientos sociales, cuyo futuro político parece impredecible ante el
gigantesco desafío de la gobernabilidad
y el anuncio de una nueva escalada de conflicto social.
Que junto a la neutralización de la Novena Marcha
del TIPNIS, está deteriorada la supuesta influencia política de por lo menos
dos partidos políticos que habrían apoyado la Marcha, en provecho de su propia
campaña proselitista.
Que las acusaciones contra la supuesta influencia de
la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, respecto a un nexo con dirigentes
indígenas, han caído por su propio peso.
En el caso del supuesto “golpe de Estado” la opinión
pública nacional, percibió que no existe una oposición unida ni dispuesta a
llevar los conflictos hasta el límite en que, el conflicto se transforma en un
arma política para la toma del poder.
LOS CORREGIDORES EN
LA COLONIA ESPAÑOLA
Nos queda aún referirnos a la historia de los
corregidores que, en la Colonia, encarnaron al verdugo de los indios
colonizados y que en el inicio del Siglo Veintiuno, son verdaderos sobrevivientes
del sistema colonial, tal vez, ejerciendo su oficio, sin las características de
los corregidores de hace más de cinco siglos.
A manera de ilustración ¿Quiénes fueron los
corregidores? El “Diccionario Histórico de Hispanoamérica”, de Annie Molinié-Bertrand,
Editorial Acento, dice: “Al Corregidor lo nombraba el rey o la administración
Colonial”. En el “Manual de Historia de Bolivia” de Humberto Vásquez
Machicado y Teresa Gisbert, Editorial
Gisbert, año 1963, se lee: “Corregidores, eran las cabezas de la ciudad o
región nombrados por el Rey; ejercían la suprema función administrativa y
judicial. Como justicias mayores, eran superiores a los alcaldes y como
Gobernadores, a los Cabildos. Debido a esto y que en ciertos casos fueron
cargos que se podían adquirir comprándolos, los corregidores constituyen una de
las lacras del dominio español en Amèrica y a ellos con pocas excepciones, se
debe la gran mayoría de abusos y depredaciones hechas a los indios, que
ocasionaron levantamientos de nativos tan frecuentemente en la época
virreinal”.
LOS CORREGIDORES Y
LA REBELION INDIGENA
Virgilio Roel Pineda, en su famosa obra: “Historia Social y Económica
de la Colonia”, editorial Gráfica Labor, Perú, año 1970, cita a la Audiencia
de Lima sobre el estado en que se encuentran las denominadas “reducciones” de
los indios sujetos entre otras autoridades españolas, a los corregidores: “Es
miserable ver el estado de la tierra por la opresión que padecen los indios
generalmente de todas las personas y más en particular de aquellas que tienen a
su cargo la observancia de las Ordenanzas y buen gobierno de ellos, que son los
corregidores y curas y caciques, todos los cuales pretenden enriquecerse con el
trabajo y sudor de los indios, que es causa que, desesperados con tantos
trabajos y con la obligación de asistir a las mitas, que es el mayor, dejan sus
propios lugares y reducciones y se huyen, de manera que está la tierra toda despoblada y los lugares desiertos”.
El abuso cometido por corregidores, en el ciclo que duró la Conquista
y hasta el Siglo Dieciocho, produjo grandes sublevaciones indígenas. La más
prolongada, radical y violenta, fue el Cerco de Tupac Katari, a la ciudad de La
Paz, en el año de 1781.
Siempre en el enfoque hacia los corregidores diremos que originaron en
parte, las rebeliones indígenas del
Siglo Dieciocho.
En efecto, el 4 de noviembre de 1780, el caudillo indio Tupac Amaru,
se reunió en la población de Tinta, con el corregidor de ese distrito, Antonio
de Arriaga para celebrar el día del rey. Durante la comida, el corregidor fue
apresado por Tupac Amaru. El cacique,
obligó a la autoridad española, a entregar todos los fondos que disponía la
administración colonial, en beneficio de la sublevación indígena que había
empezado. Poco después, el corregidor fue ahorcado en el pueblo de Tungasuca.
Después de la victoria de la batalla de Sangarara, en la que Tupac
Amaru venció a los españoles, el visitador Areche retornó de España trayendo
consigo una documento que abolía los corregimientos, el perdón a todos los
sublevados, excepto Tupac Amaru y sus curacas rebeldes.
MUERTE DE
TOMAS KATARI
Entretanto, en Potosí, el jefe de los indios de Chayanta, otro de los
sublevados en el AltoPerú (hoy Bolivia), Tomás Katari, retornando de Buenos
Aires, ciudad a la que viajó a pie, recorriendo tres ml kilómetros de camino,
en reclamos de sus derechos, se enfrentó al sistema colonial en la persona del
Corregidor Alós. Veamos lo que dice el “Manual de Historia de Bolivia”, obra
citada: “La sublevación de Chayanta.- Anualmente, el corregidor Alós recorría
su corregimiento haciendo las listas de los que debían servir en las minas(…)
Camino de Pocoata, Alós fue sorprendido por los indios que lo amenazaron
en Guancarani, presa de miedo, prometió
soltar a Tomas Catari (que estaba preso), y rebajar los impuestos (…) Poco
después, la “Audiencia, para salvar a Alós dio libertad a Catari. Alós fue promovido de su puesto (…)En
venganza, Catari fue apresado
nuevamente…cuando una multitud de indios
salió a su rescate, encontrándolo en Chacatilla donde a la vista de la
masa indígena, el caudillo Catari fue despeñado (por los españoles), el 19 de enero de 1781”.
REBELION DE
TUPAC KATARI
Y finalmente, valga traer de ejemplo, la obra de María Eugenia del
Valle de Siles: “Testimonios del Cerco de La Paz” . Tupac Katari, que en
realidad se llamaba Julian Apaza, unió
el nombre de Tupac Amaru y el apellido de Tomás Katari, para rebelarse como
Tupac Katari, contra el dominio español y por supuesto, contra los verdugos de
la masa indígena: los corregidores.
En abril de 1781, un mes aproximadamente después que comenzó el cerco
de Tupac Katari a la ciudad, se estableció un parlamento entre los indios
alzados y el Oidor Tadeo Diez de Medina. Los indios, aceptarían la paz siempre y cuando “se les entregara a los
corregidores (cuatro eran los que estaban en la ciudad)”.
(clovisdiaz@yahoo.es).
lunes, julio 02, 2012
FERROCARRIL BOLIVIANO EN RIELES DE LA GEOPOLITICA
Por Clovis Díaz
LA PAZ, julio (EL DIARIO).- Comentarios de prensa, alarman sobre el supuesto desmantelamiento de antiguas
vías férreas , estaciones, maestranzas y museos de trenes en el área occidental
de nuestro país, mientras que autoridades del Estado permanecen indiferentes al
problema que presumiblemente, pignora lo que sobrevive de aquel patrimonio histórico.
Según entendidos, tramos ferroviarios de La Paz a Oruro y de Oruro a Cochabamba,
“virtualmente no existen”. Los rieles, sin los cuales no hay ferrocarril, han sido abandonados desde la capitalización y
en tan largo espacio de tiempo, individuos y grupos saquean las vías para venderlas a
constructores y municipios ubicados en el altiplano boliviano.
En ferias populares de El Alto
de La Paz y de la ciudad de Cochabamba, se venden pedazos de riel a modo de
“yunques”.
El saqueo de rieles, hace
sumamente difícil que el ferrocarril retorne a sus dominios, anteriores al
proceso de capitalización de 1995, en caso de que se lo proponga el Estado
boliviano.
BREVE HISTORIA
DEL FERROCARRIL
El Siglo Diecinueve, fue el Siglo
de las Revoluciones, de los grandes inventos, del expansionismo colonial
europeo, de las luchas independentistas latinoamericanas, del Art Nouveau, del interés en el futuro
para “la sistemática exploración del mañana”, como escribió el novelista H.G.
Wells. En fin, para la prensa europea y
americana, fue el “Siglo de Oro”.
El Siglo Diecinueve, fue testigo
de la Independencia de Bolivia, de la Guerra del Pacífico; del primer ferrocarril y de
la revolución federal, entre otros eventos de nuestra Historia.
Cuando nuestra Patria Bolivia proclamaba al mundo su Independencia,
Inglaterra ingresaba a la era del ferrocarril.
Desde 1825 y hasta 1847, aquella
nación edificó 8 mil kilómetros de línea férrea, construidos por
más de 260 mil obreros.
George Stephenson y su hijo
Robert, fueron los creadores de las máquinas a vapor. La “locomotion” de George
Stephenson, recorría 17 kilómetros, uniendo Stockton y Darlington, en la cuenca
minera de New Castle. La segunda
locomotora, la “Rocket” producida por
Robert Stephenson, inauguró en 1830, el moderno sistema ferroviario inglés que
sirvió de ejemplo a los países europeos y latinoamericanos.
ENFOQUE
BELICO
Si bien, el ferrocarril fue
creado con fines pacíficos, como servicio de contenido social y económico, no
faltaron enfoques guerreristas. En 1870, Prusia en arrolladora guerra con
Francia, movilizó tropa, munición y
armamento en vagones del ferrocarril. No faltó un exaltado general prusiano, que
aclamó a George Stephenson, como “el verdadero padre de la Nación en armas,
antes que Napoleón y Klaussewitz”.
El ferrocarril, pasó a ser un
arma en Europa, mientras que el
armamento fue modernizado y puesto a punto para
el combate. Había nacido el
concepto militar de “estrategia ferroviaria”.
A modo de información sobre los
inventos del siglo de Oro, además del ferrocarril,
los armeros europeos desecharon el encendido de los proyectiles con la
llave de chispa, cambiándola por el fulminante. El ejército de Inglaterra en el
conflicto con Crimea, empleó fusiles de ánima estriada y aguja de percusión.
En aquella carrera de invenciones paralelas al tren, son pieza de
museo los fusiles “Minié” inglés, estrenados por un batallón del Ejército de
Bolivia en el Siglo Diecinueve; el “chassepot”
francés, el “dreysse” prusiano y otras excelentes armas, entre ellas la temida
“mitrilleusse” francesa con 7 cañones
acoplados, capaz de disparar 370 balas por minuto.
FERROCARRIL
EN BOLIVIA
La visión de un ferrocarril europeo, utilizado como “arma
estratégica”, conmocionó a los sectores políticos de Bolivia. El tema estuvo
vigente antes y después de la invasión chilena al litoral boliviano en 1879.
Desde 1825 a 1879, los presidentes bolivianos, habían hecho muy poco o
nada, por construir nuevos caminos o ampliar
los pocos existentes. Tanto el Litoral como el oriente, estaban aislados del
centro económico y político.
En efecto. En poco más de medio siglo de nuestra República, era
imposible una conexión regular con los polos territoriales. Detalle que
influyó, en la derrota nacional del 79 pues, los principales puertos bolivianos
del Pacífico, tenían mayor población chilena que nacional y las vías de acceso rápido
a nuestras costas desde Chile, fue el mar Pacífico.
Aniceto Arce, propietario de la mina Huanchaca, luego presidente de Bolivia (1888-1892),
perfiló la construcción del Ferrocarril Ollagüe-Oruro; es decir, “la continuación de la línea
férrea de Antofagasta a Ollagüe, en
territorio chileno” (Ver presidentes de la República de Bolivia”, Floren
Sanabria).
“No se puede dejar de citar el rol económico que jugaron las minas de
plata de la Compañía Huanchaca de Bolivia,
no sólo por la intromisión de los capitales chilenos, sino también
porque las cifras son notables en cuanto al desplazamiento de que sería objeto
este material por el estaño”, afirma
Walter Hermosa Virreira en su obra “Breve Historia de la Minería en Bolivia”.
Miembros del Partido Liberal, argumentaron que “la línea
férrea favorecía las miras chilenas que
planeaban una segunda invasión”. Indudablemente, los políticos tenían algo de razón pues, el ferrocarril
inaugurado en 1892 por Aniceto Arce, bien podía haber servido para el traslado
de tropa chilena.
Sobre el rol que jugó Aniceto Arce, respecto a la construcción del
primer ferrocarril boliviano, existen diferentes puntos de vista. Así, Cesáreo
Aramayo Avila, publicó en 1959, su obra
“Ferrocarriles Bolivianos” y desde su óptica, expresa que: “El nombre de
Aniceto Arce está definitivamente incorporado a la historia de nuestro
desarrollo económico e íntimamente ligado
al origen y ejecución de nuestra
primera red ferroviaria”
El primer Ferrocarril Ollagüe- Oruro, tenía 480 kilómetros de
extensión. “De acuerdo al contrato de venta, la línea Ollagüe-Oruro, fue
arrendada por el Ferrocarril de Antofagasta a la Compañía Huanchaca, desde 1893
a 1903. Desde enero de 1904, pudo observarse el manifiesto propósito (chileno),
de la empresa extranjera de limitar y evitar toda forma de intervención del
gobierno boliviano…”
Cesáreo Aramayo, agrega: ”La preponderancia que tomó el
Ferrocarril de Antofagasta en el
desarrollo y manejo de los ferrocarriles
integrantes de la Red Speyer; la gran
influencia de dicha entidad en la orientación y dirección de nuestra industria
ferroviaria y los alcances y consecuencias de la política absorbente y monopolista de la entidad inglesa frente a
los intereses y soberanía fue fatal para la Nación.”
LA GAVILLA
ANTIPATRIA
El abogado e historiador, Edgar Oblitas Fernández, en su libro “La
Guerra Secreta del Pacífico”, 1978, lapida al político y empresario Aniceto
Arce, demostrando con documentos, su apego a la política de Chile: “La actitud
de Narciso Campero obliga a Aniceto Arce a sacarse la máscara y presentarse
públicamente, en forma abierta. Además ya no le quedaba otra cosa; no tenía escape, pues había sido
detectada una carta muy comprometedora de éste dirigida a José Pol, en la cual
le exponía su pensamiento y sus ideas
respecto al problema con Chile. “La
única tabla de salvación para Bolivia, es la necesidad que tiene Chile de ponerla (a Bolivia), a su vanguardia para
asegurar sus conquistas (…) Chile no desplegó mucho esfuerzo para organizar su quinta columna en Bolivia.
La gavilla de cómplices con Aniceto Arce a la cabeza, ya funcionaba perfectamente…”
Así fue puesto en escena, el primer Ferrocarril boliviano.
EL PROCESO DE
PRIVATIZACION
Desde la infausta Guerra de 1879 hasta hoy, viajan en el mismo
tren, intereses externos y políticos nacidos en Bolivia. El 8 de
diciembre de 1995, la alianza política integrada por el Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR), Movimiento Bolivia Libre (MBL), y Unidad Cívica
Solidaridad (UCS), aprobó el Decreto
Supremo 24177, que en apariencia defendía el patrimonio de la Empresa Nacional
de Ferrocarriles (ENFE), pero que en los hechos lo enajenaba.
El Decreto del 8 de diciembre de 1995, en su Artículo primero,
estipulaba: “Son bienes afectados al servicio público ferroviario: Las vías
férreas principales y auxiliares.; derechos de vía de hasta 15 metros a cada
lado del eje de vía, estaciones, subestaciones, sus márgenes de seguridad,
almacenes, edificios, bodegas, cuadros de estación que sean necesarios para las
operaciones ferroviarias de transporte de pasajeros y carga, incluidos andenes,
plataformas, espacios para acceso, circulación, espera … y ¡obras de arte!”
El Decreto 24177, no dejó nada al descuido: “Las maestranzas,
establecimientos de reparación del material rodante y equipos, edificios
necesarios para las operaciones de mantenimiento espera de reparación y
espacios para depósitos de materiales
(…) Los bienes destinados a actividades administrativas y auxiliares de las
mismas; edificios dedicados a los servicios técnicos de apoyo , terrenos
destinados a instalaciones fijas de cualquier tipo, incluso cuando no tengan
continuidad con las vías y estaciones”.
“Artículo Tercero: Dispónese la
transferencia a título gratuito a favor del Estado, de los bienes de propiedad
de ENFE que se encuentren afectados al servicio público ferroviario; Artículo
Cuarto: Los bienes del Estado no afectados al servicio público ferroviario que
se encuentren bajo administración de ENFE, continuarán bajo administración de
dicha Empresa”.
El Artículo Séptimo, a la letra dice: “Para la identificación de los
bienes afectados al servicio público ferroviario, ENFE deberá levantar un
inventario definitivo, incluyendo su delimitación topográfica…”
“ENFE” Y LA
CAPITALIZACION
La Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE), fue creada en 1964 --- en plena contienda
interna del MNR—como una entidad autárquica de derecho público y personería
jurídica propia, para la administración de los ferrocarriles nacionales.
Antes de la privatización, ENFE tenía las siguientes
características: la Red Andina (FCA),
transitaba sin percances por el ferrocarril
La Paz, Oruro , Oruro, Uyuni, Tupiza, Villazón, además de unir los
ramales de El Alto, Guaqui, Viacha, Charaña, Uyuni, Abaroa, Oruro, Cochabamba;
Machacamarca, Uncía, Rio Mulato, Potosí, Sucre Tarabuco. La longitud de rieles
alcanzaba a los 2 mil 261 kilómetros y disponía de 30 locomotoras.
La Red Ferroviaria Oriental (FCO), contaba con mil 369 kilómetros de
longitud y su recorrido unía las rutas de Santa Cruz, Montero, Santa
Cruz-Yacuiba y Santa Cruz-Puerto Suárez. Antes de la capitalización la Red
Oriental tenía 23 locomotoras en servicio.
Un documento posterior al proceso de privatización, insiste en que “los índices de cantidad y
precio del Instituto Nacional de Estadística (INE), nos demuestran que el mercado del transporte
ferroviario creció en un 24 por ciento entre 1995 y 1998 (…) El comportamiento
financiero de las empresas del sub-sector es el siguiente: la Ferroviaria
Oriental en 1996 registró utilidades por 84 millones de bolivianos. Su nivel de
venta permaneció alrededor de los 200
millones de bolivianos por año, logrando su pico en 1998 con 212 millones de
bolivianos”. Datos provenientes del Ministerio de Capitalización,
Superintendencia de Transportes y Federación de Empresarios Privados de
Cochabamba.
SILALA: EL
MANANTIAL CAUTIVO
Cuando nos referimos al Manantial Silala, no sólo afirmamos que es
parte de una riquísima Cuenca
Hidrográfica de aguas fósiles, ubicada en la provincia Sud Lípez, departamento
de Potosí; también especificamos que el Silala, por su connotación histórica,
es el eslabón de una larga cadena de proyectos antinacionales nacidos antes de
la Guerra del Pacífico, renovados año tras año, década tras década hasta
nuestros días, por la codicia externa y la complicidad de algunos connacionales.
El Silala, es parte de la tragedia del Ferrocarril boliviano
Suma a esta desgracia, la incongruencia –también histórica—de nuestra
Cancillería. El Ministerio de Relaciones Exteriores y los gobiernos de Bolivia en más de un siglo, han sido y son incapaces de elaborar una
verdadera Política de Estado que conduzca al logro de las aspiraciones
nacionales.
Basten dos ejemplos en las últimas décadas: El golpe de Estado de
Natusch Busch acallando el voto de la OEA a favor de la recuperación marítima
boliviana, durante la Sesión de la Organización
de Estados Americanos en la ciudad de La Paz.
El segundo caso, ocurrió el 4
de junio 2012 en la ciudad de Cochabamba, cuando el gobierno del Movimiento Al
Socialismo (MAS), exigió en plena Asamblea de la OEA, “refundar la OEA”, desviando y dispersando el
enfoque sobre el litoral boliviano.
En esa ocasión el gobierno del MAS prefirió repetir como sus socios
del ALBA, que la OEA no presta servicio
a la América Latina y que debe ser suprimida, antes que aprovechar el escenario
internacional en beneficio de la causa marítima boliviana. ¿Tal vez para que el
ALBA u otro organismo de los recientemente creados por la batuta de Hugo
Chávez, ocupe su lugar?
El manantial Silala, es parte
de una cuenca hidrográfica de 70 kilómetros cuadrados; contiene más o menos 100 manantiales activos “de cada uno de los cuales brotan
aproximadamente dos litros de agua por segundo”, según el historiador chileno
Cástulo Martínez.
Está ubicado al sur de nuestro país, entre las hojas cartográficas a
escala 1: 250.000, SF-19-11 y SF-19-07. El área se encuentra entre los mapas
editados por el Instituto Geográfico Militar (IGM), en las hojas número 5828-2,
6028-3, 5927-1 y 6027-4, en cuyas cartas el Silala está clasificado como
manantial y no como río de curso
sucesivo. En la cartografía, intervinieron especialistas de renombre
internacional.
A decir del experto Ingeniero
Marco Montoya Rivera, en el entorno del Silala: “se encuentran grandes
yacimientos de azufre y, en el orden de prioridades, en los cerros que rodean
al Silala, se encuentra, plomo, zinc,
cobre, plata, hierro, manganeso, uranio, tierras raras, litio y los no
metálicos en cantidades industriales. El suroeste potosino, a 30 kilómetros del
Silala, también contiene gas y
petróleo”.
UN POCO DE
GEOPOLITICA
Para estudiosos de los siglos Diecinueve y Veinte, la Geopolítica
obedece al “maltusianismo”, al “darwinismo social”, al racismo y a la insuficiencia de un espacio territorial.
Tomás Roberto Malthus (1766-1834), sacerdote y economista inglés,
autor del “Ensayo sobre el principio de la población” fue el primero en
plantear que mientras la población se reproducía en proporción geométrica,
los alimentos se daban en proporción
aritmética. “La población, crece mucho más rápidamente que la producción de
medios de vida. Por lo tanto, había que abstenerse del matrimonio. El hambre y las epidemias benefician a la
Humanidad” sostuvo Malthus.
El darwinismo social, corriente de boga en el Siglo Veinte, utilizó las teorías biológicas de Charles Darwin, La
lucha por la existencia en la naturaleza, fue aplicada al papel del Estado, lo
mismo que la desigualdad social como factor inmutable.
El sociólogo alemán Oswald Spengler, “que se consideraba el auténtico
heredero de un Nietzsche mal comprendido, predicaba a su público que el hombre
era una fiera”. (ver “La dictadura alemana”, Karl Dietrich Bracher, Alianza
Editorial, 1975).
Entre la Primera y Segunda Guerra Mundial, surgieron teorías que si flotaban en el ambiente de siglos
atrás; dieron en ese período de las
grandes guerras, forma a nuevos conceptos estratégicos, entre ellos, concebir el factor geográfico como un espacio
vivo, capaz de crecer y expandir sus
límites históricos, más allá de las fronteras establecidas.
Karl Ernst Haushofer, general alemán, profesor de geopolítica, fue uno de los ideólogos que más contribuyó a esta materia, incluido el concepto del “espacio vital”. Es decir, el
acaparamiento de un nuevo espacio
vital pondría remedio a la creciente
explosión demográfica y a la falta de recursos naturales.
Con los años, la teoría del espacio vital amplió sus horizontes para concebir cualquier
territorio, como posible a ser invadido bajo la excusa de supervivencia
nacional. Apoderarse de un territorio ajeno y de sus recursos naturales: el “núcleo vital” ha dejado de ser en los hechos,
una posibilidad; es una realidad.
EL SILALA Y EL
FERROCARRIL
Ejercer el espacio vital y la llamada “frontera viva” que avanza y
avanza, tiene muchas otras
connotaciones. Por ejemplo, utilizar las aguas del manantial Silala; desviarlas
desde el territorio boliviano hacia el desierto, utilizando canales y cañerías para beneficiar a varias poblaciones e
industrias, es ciertamente, geopolítica.
La destrucción de los tramos La Paz-Oruro- Oruro- Cochabamba, es otra
connotación geopolítica. Como aseveramos
al principio de esta investigación sobre el Ferrocarril boliviano, la prensa
del país denuncia constantemente cómo personas y grupos de ciudadanos
bolivianos, saquean los tramos ferroviarios abandonados desde la Capitalización,
fortaleciendo directamente a la geopolítica externa.
El robo de rieles, durmientes,
señales de vía y la inexplicable ocupación de antiguas estaciones ferroviarias
por asociaciones sindicales, contribuye a la política de expansión geopolítica
de nuestros vecinos. Sin ferrocarril propio, abandonamos la superficie
territorial y estamos más lejanos y ausentes de comunicarnos entre nosotros y con el Pacífico.
FERROCARRIL
A LOS LIPEZ
Las provincias de Nor y Sud Lípez, del departamento de Potosí, bajo la
mirada de la geopolítica externa, poseen, reiteramos, grandes yacimientos de minerales y de hidrocarburos
ubicados en el entorno próximo al
manantial Silala.
El amplio territorio de Los Lípez, por el cual deambulan turistas
traídos por empresas no bolivianas, tiene a favor del apetito geopolítico
externo, el olvido de las autoridades nacionales, la existencia de pequeñas aldeas incomunicadas con el resto del país y una reducida
fuerza militar fronteriza . Algo parecido
a las características de Bolivia en 1879.
Las poblaciones de Nor y Sur Lípez, están aisladas del contexto
nacional por falta de caminos estables. Una invasión, pasaría desapercibida o la
noticia llegaría al centro político de Bolivia, demasiado tarde.
En base a estas consideraciones, es dable la sugerencia de construir
un ferrocarril Potosí-Lípez, como respuesta a la voracidad de la geopolítica
externa. La presencia de un ferrocarril
de carga y pasajeros, establecería sin duda alguna, nuestra soberanía en esta parte que, una vez más recalcamos,
nos remonta a los abandonados puertos del Pacífico de Bolivia.
Mientras tanto ¿será posible que el gobierno averigüe dónde van a
parar rieles y durmientes robados a los
tramos La Paz-Oruro-Oruro-Cochabamba y si es posible como cuestión de geopolítica interna, restablecer el
ferrocarril en el área occidental bajo la tuición
nacional?(clovisdiaz@yahoo.es).
lunes, mayo 21, 2012
SUPERSTICION Y COLONIAJE
Por Clovis Díaz
La Paz, mayo 2012. (EL
DIARIO).-Han transcurrido más de quinientos años desde la incursión colonial
española al entonces Nuevo Mundo y aún siguen en pie misterios que deambulan
por América. Uno de ellos, tal vez el más importante: ¿cómo fue posible que
miles de indígenas hayan sido derrotados por un puñado de europeos? Aislando el impacto de las armas de fuego,
surge un factor sicológico que tal vez, podría develar aquel misterio: el papel
desempeñado por la superstición y creencias indígenas en toda América Latina.
En efecto. Desde México
al Perú, las comunidades autóctonas esperaban el retorno de dioses
resplandecientes, blancos y barbudos. La leyenda, con sutiles diferencias, había sido transmitida de generación en
generación; de comunidad en comunidad de manera que, en 1519, aquella visión
ideal adquirió imagen y masa corpórea con la presencia física de Hernán Cortés y sus
hombres, que desembarcaron en el puerto de Veracruz y sin mayores
inconvenientes (exceptuando “La Noche Triste”), tomaron México.
Otro tanto ocurrió en
el Perú ---1532--- con la derrota de los
incas por las fuerzas de Francisco Pizarro y los hermanos Almagro; descalabro
de gran magnitud que alcanzó a las comunidades originarias del Tahuantinsuyo,
incluido el Kollasuyo, hoy región occidental de Bolivia.
Junto a los ejércitos
españoles, ingresó un grupo especializado en difundir y defender la fe. Los
batallones de la sotana y de la cruz. Sin embargo, entre los extirpadores de idolatrías, hubo sacerdotes que al redactar
minuciosos informes a la Corona Española, difundieron la Historia de los pueblos
sometidos al proceso colonial, salvando en última instancia, tan valiosa
información que en nuestros días es motivo de consulta.
Así, Fray Diego de
Landa, describió las costumbres de los mayas, en su libro “Relación de las
Cosas de Yucatán”, y mencionó la leyenda indígena de los “hombres
resplandecientes, barbados y de tez blanca” que algún día, retornarían en pos
de su trono.
MALOS PRESAGIOS
A
propósito, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), conmemoró el
Quinto Centenario del Encuentro de Dos Mundos, en 1992, publicando la
decimotercera edición del libro de Miguel León-Portilla, “Visión de los
vencidos, Relaciones Indígenas de la Conquista”.
León-Portilla
destaca en su famoso libro, el proyecto de Fray Bernardino de Sahagún, sacerdote
que convocó a sus estudiantes indígenas de Tlatelolco, México, para que redactaran en idioma náhuatl y de
acuerdo a su punto de vista, la más amplia relación de la dramática incursión
española.
Los
estudiantes indígenas, hablan de ocho funestos “Presagios de la venida de los
españoles”, que por su importancia y como respaldo al presente artículo “Superstición y Coloniaje”, reproducimos
a continuación: “Primer presagio funesto:
Diez años antes de venir los españoles primeramente se mostró un funesto
presagio en el cielo. Una como espiga de
fuego, una como llama de fuego, un como aurora: se mostraba como si estuviera
goteando, como si estuviera punzando en
el cielo (…) pues cuando se mostraba había alboroto general: se daban palmadas
en los labios las gentes, había un gran azoro…”.
El
segundo presagio funesto, cuenta que
“por su propia cuenta se abrasó en llamas; se prendió en fuego: nadie tal vez
le puso fuego, sino por su espontánea acción ardió la casa de Huitzilopochtli.
Se llamaba su sitio divino…”Casa de Mando”… pero cuando le echaban agua, cuando
intentaban apagarla, sólo se enardecía flameando más. No pudo apagarse: del
todo ardió”.
El
tercer presagio funesto, narra que un
rayo cayó sobre un templo: “Sólo de paja era: no llovía recio, solo lloviznaba
levemente. Así se tuvo por presagio; decían de este modo: “No más fue golpe de
Sol”. Tampoco se oyó el trueno”.
Cuarto presagio funesto:
“Cuando había aún Sol, cayó un fuego. En tres partes dividido: salió de donde
el Sol se mete: iba derecho viendo a donde sale el Sol: como si fuera brasa,
iba cayendo en lluvia de chispas. Larga se tendió su cauda, lejos llegó su
cola…”
Quinto presagio funesto:
“Hirvió el agua: el viento la hizo alborotarse hirviendo…se levantó muy alto.
Llegó a los fundamentos de las casas: y derruidas las casas se anegaron en
agua. Eso fue en la laguna que está
junto a nosotros”.
Sexto presagio funesto:
“muchas veces se oía: una mujer lloraba,
iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos: ---¡Hijitos míos, pues
ya tenemos que irnos lejos! Y, a veces decía:-- ¿Hijitos míos, adónde os llevaré?”
Séptimo presagio
funesto: “Muchas veces se atrapaba , se cogía algo en las
redes. Los que trabajaban en el agua cogieron cierto pájaro ceniciento, como si
fuera grulla. Luego lo llevaron a mostrar a Moctezuma, en la Casa de lo Negro
(casa de estudio mágico)…Había uno como espejo en la cabeza del pájaro como rodaja
de uso, en espiral y en rejuego, era como si estuviera perforado en su
medianía. Allí se veía el cielo. Las estrellas… y Moctezuma lo tuvo a muy mal
presagio (…) Pero cuando vio por segunda vez la cabeza del pájaro, nuevamente
vio allá en lontananza, como si algunas personas vinieran de prisa; bien
estiradas; dando empellones. Se hacían la guerra unos a otros y los traían a
cuestas unos como venados…”
Octavo presagio funesto:
“Muchas veces se mostraban a la gente hombres deformes, personas monstruosas.
De dos cabezas pero un solo cuerpo. Las llevaban a la Casas de lo Negro, se las
mostraban a Moctezuma. Cuando las había visto luego desaparecían”.
MUERTE DE
MOCTEZUMA
Los
informantes de Sahagún, describen luego el encuentro de Moctezuma (Motecuhzoma),
con Hernán Cortés: “Cuando él (Moctezuma), hubo terminado de dar collares a
cada uno, dijo Cortés a Moctezuma: ---¿Acaso eres tú ¿Es que ya eres?¿Es verdad
que eres tú Moctezuma? Le dijo Moctezuma:---Si, soy yo. Inmediatamente se pone
en pie, se para para recibirlo; se acerca a él y se inclina, cuanto puede dobla
la cabeza; así lo arenga, le dijo: “Señor nuestro: te has fatigado; te has dado
cansancio: ya a la tierra tú has llegado. Has arribado a tu ciudad: México.
Aquí has venido a sentarte en tu solio, en tu trono. Oh, por tiempo breve te lo
reservaron, te lo conservaron, los que ya se fueron, tus sustitutos (…) Ojalá
uno de ellos estuviera viendo, viera con asombro lo que yo veo venir en mí! (…)
Y tú has venido entre nubes, entre nieblas. Como que esto era lo que nos habían
dejado dicho los reyes, los que rigieron, los que gobernaron tu ciudad: que
habrías de instalarte en tu asiento; que habrías de venir acá (…) Llega a la
tierra: ven y descansa, toma posesión de tus casas reales…”
Aprovechando
el carácter pacífico del encuentro con el emperador mexicano, los españoles
hicieron prisionero a Moctezuma y lo
ejecutaron.
DIOS VIRACOCHA
ENTRE LOS INCAS
En
1959, en homenaje a los trescientos cincuenta años de “Los Comentarios Reales”,
obra escrita por el Inca Garcilazo de la Vega, la Universidad Nacional de San
Marcos, Lima, Perú, editó los “comentarios” en dos tomos. Garcilazo de la Vega, relata que uno de los
hijos del Inca Yáhuar Huácac, soñó con un fantasma que anunciaba la rebelión de
los Chancas.
El
joven príncipe, se presentó ante su padre Yáhuar Huácac y le comunicó su sueño:
“---Sabrás que estando yo recostado hoy a mediodía, debajo de una gran peña, se
me puso delante un hombre extraño en hábito y en figura diferente de la
nuestra, porque tenía barbas en la cara de más de un palmo y el vestido largo y
suelto que le cubría hasta los pies. El cual me dijo: sobrino, yo soy hijo del
Sol; por lo cual soy hermano de tu padre y de todos vosotros. Llámome Viracocha
Inca; vengo a darte aviso se lo des al Inca, que la mayor parte de las
provincias de Chinchasuyu están
rebeladas y juntan mucha gente para derribarle y destruir nuestra imperial
ciudad del Cusco (…) y en particular te digo a ti que en cualquier
adversidad que te suceda no temas que yo
te falte…” Garcilazo, agrega que tiempo después, cómo el joven príncipe descendiente
de Yáhuar Huácac, al combatir y destruir
a los ejércitos rebeldes, tomó el nombre de Viracocha Inca.
A
la llegada de los españoles al suelo peruano, los indígenas, los identificaron
con el dios Viracocha, porque les vieron barbas y todo el cuerpo vestido. Luego que entraron los españoles prendieron a
Atahuallpa y lo mataron “Y porque creyeron que eran hijos de su dios, los
respetaron tanto que los adoraron y les hicieron tan poca defensa como se verá
en la conquista del reino, pues seis españoles solos (Hernando de Soto y Pedro
del Barco entre ellos), se atrevieron a ir desde Cajamarca al Cusco y otras
partes, doscientas y trescientas leguas de camino, a ver las riquezas de
aquella ciudad y de otras, y los llevaron (los indios), en andas, porque fuesen
más regalados…” agrega Garcilazo.
Citemos
que en la parte occidental de Bolivia, aún en nuestros días se escucha tratar
de “viracocha” a gente de las ciudades.
EL FACTOR SICOLÓGICO
ANULA A LOS NATIVOS
En
base a testimonios de los discípulos indígenas de Fray Bernardino Sahagún, que confirman el carácter sobrenatural dado a
los soldados españoles que invadieron México (1519), y tomando la versión del
Inca Garcilazo de la Vega, en la conquista del Perú (1532), es notorio el papel
negativo que jugaron la superstición y
las creencias de estas dos naciones precolombinas, unidas por el dolor de la
Conquista que cercenó no sólo la vida de los vencidos, sino que también generó un
freno absoluto al desarrollo de las dos culturas.
En
mejores términos, el factor sicológico que atrapó el espíritu y el
entendimiento de Moctezuma, en México y neutralizó el ánimo guerrero de Atahuallpa y su gente, en el Perú y otras
latitudes andinas, hizo posible que un puñado de españoles, tenga ganada la
guerra militar aún antes de empezarla.
ARCABUZ , ESPADA,
CABALLO Y MASTINES
El
espanto causado en el ánimo de clase dirigente y la masa indígena, ante la atrevida incursión de los
“hombres resplandecientes, barbados y de tez blanca”, fue acrecentado por el
impacto de las armas blancas de acero, el terrible cañón, el mortal arcabuz, la
feroz jauría de mastines y el brioso caballo
que atropellaba sin contemplación alguna.
La
bestia de poderosos cascos y el jinete, fueron para los nativos un solo ser.
Cuando comprobaron, mucho después, que
ambos morían bajo el poder de las flechas y de las emboscadas, era demasiado
tarde para volver a los heroicos tiempos prehispánicos.
Desde
nuestro moderno punto de vista, los españoles utilizaron una especie de
operaciones sicológicas contra los indígenas, incluyendo entre los artefactos a
su servicio, las enormes naves que flotaban en el mar, lagos y ríos de América
Latina.
Vale
destacar que la superstición y ciertas creencias fueron traídas también por los
soldados de la vieja España. Tal es el caso del famoso aliado de las batallas:
Santiago que ya combatió victoriosamente en las guerras santas contra los
infieles y en el caso particular del Perú, contra las montoneras indígenas leales a Tupac Amaru
en 1780.
En
la obra de Teresa Gisbert “Iconografía y mitos indígenas en el arte” publicado
el año 2004, Santiago cayendo como un bólido del cielo, montado en su fogoso
caballo, “lucha contra los indios” en un lienzo existente en la Iglesia de
Pujiura, Perú.
A su vez, este santo de procedencia colonial
española, ha sido relacionado por los pueblos de habla aymara y quechua en el
área andina de Bolivia, como “Illapa”
dios del rayo y del estruendo, tal cual
lo refrenda el autor del libro “Mama
Pacha”, Mario Montaño Aragón.
Para
concluir, superstición y coloniaje han caminado de la mano, en la historia de
nuestro país. (clovisdíaz@yahoo.es).
viernes, mayo 11, 2012
LA INDEPENDENCIA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN BOLIVIA
Por Clovis Díaz.-
La Paz.- (EL DIARIO).- Los
movimientos sociales en Bolivia, son grupos heterogéneos que a partir de la década de los años 70 del pasado
Siglo, fueron ocupando parte del vacío sindical dejado por la desmovilización
forzosa del proletariado minero; por la
debilidad de otras organizaciones de trabajadores y ante el primer
desmoronamiento del sistema de partidos políticos.
Son grupos
relativamente politizados, sin líderes ni caudillos conocidos. No están
encuadrados en una determinada corriente ideológica y tienen la virtud de
concentrarse y desconcentrarse rápidamente,
como se verá a lo largo de la presente investigación.
El golpe de Estado
del entonces coronel Hugo Bánzer Suárez, iniciado entre el 19 y 21 de agosto de
1971, había exiliado a los partidos que meses atrás, reunidos en la Asamblea
Popular, intentaban un gobierno de corte socialista.
El cruento golpe
civil-militar, fue apoyado por dos tiendas antagónicas: El MNR dirigido por
Víctor Paz y Falange Socialista, liderado por Mario Gutierrez Gutierrez. Dos
enemigos mortales, enfrentados desde el 9 de abril de 1952, hicieron las paces.
La tendencia militar había triunfado y Bánzer, líder de las Fuerzas Armadas
consolidó su gobierno hasta el año 1979.
En aquel lapso de
tiempo, todos los derechos habían sido conculcados. Miles de personas buscaron
seguridad en los países vecinos, ante la avasalladora fuerza de la dictadura.
Sólo estaban vigentes los partidos golpistas y algunas organizaciones nacidas
al calor de los intereses cívico-militares, entre ellas, sin duda alguna, el
Pacto Militar-Campesino, roto más tarde por contradicciones irreconciliables en
ambos bandos.
En el exterior del
país, en calidad de fugitivos y exilados, ciudadanos bolivianos; intelectuales,
dirigentes de partidos de izquierda; líderes obreros y campesinos trataron de
formar una resistencia organizada que sólo funcionó en los niveles de la
propaganda política porque, en los hechos, sus diferencias ideológicas,
trasladadas fuera de las fronteras bolivianas, impedían cualquier unidad y
mucho menos el retorno al territorio boliviano para combatir la dictadura.
El exilio, generó
también un profundo vacío en las organizaciones laborales de las ciudades y del
área rural. Vacío que fue llenado de inmediato por grupos adictos a Bánzer,
mientras que en el seno del gobierno, cundía la división en el MNR, a tal punto
que Víctor Paz, rechazado por sus propios dirigentes medios, halló asilo en
Lima, Perú. En el fondo, comenzaba el debilitamiento paulatino de las
dictaduras militares no sólo en Bolivia, sino en toda América Latina.
En ese punto de
inflexión, situaríamos el avance de algunos grupos sociales que, ante la ausencia de
organizaciones laborales, campesinas y de partidos políticos, fueron creando
cuerpo. Cuando fue derrotada la
dictadura de Bánzer, afloró ese tipo de organizaciones. El nuevo gobierno de Hernán Siles Zuazo
(MNRI), aliado con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y el Partido
Comunista de Bolivia (PCB), recibió el apoyo de los sectores populares, pero no
por mucho tiempo.
La frágil economía
boliviana, acentuada por una hiperinflación que rebasó el 25 mil por ciento de
la pérdida adquisitiva del peso boliviano; la caída vertical de los precios
internacionales del estaño y de otras materias primas exportables, generó un
estado de convulsión extremo. Más de 10 mil mineros, provenientes de las minas
nacionalizadas en quiebra, llegaron a la ciudad de La Paz y la sitiaron.
Siles estaba
sentenciado y desde el Parlamento, acortaron su mandato. En la oposición, operaban desde el Palacio
Legislativo, el MNR de Victor Paz y Acción Democrática Nacionalista (ADN),
partido fundado por el General Hugo Bánzer.
En 1985, Víctor
Paz Estenssoro asumió nuevamente la presidencia de la República y de inmediato
lanzó el Decreto 21060, por el que “relocalizó” (despidió), de sus fuentes de
trabajo a miles de mineros y trabajadores de las minas nacionalizadas. La
Central Obrera Boliviana, las federaciones campesinas, los sindicatos del
Magisterio y organizaciones laborales, fueron diezmadas. Fenómeno político que
marcaría definitivamente, la creciente debilidad de las instituciones obreras y
campesinas hasta nuestros días.
EL REINADO DE LOS
MOVIMIENTOS SOCIALES
Al ingresar a los
primeros años del Siglo Veintiuno, los grupos poblaciones del campo y la
ciudad, hicieron de vanguardia en los enfrentamientos callejeros contra
gobiernos de corte democrático. Levantaron cada vez con mayor fuerza y éxito,
el estandarte de la sublevación como
ocurriera en la “Guerra del Agua, en Cochabamba y luego, en Octubre 2003, en
las ciudades de El Alto y de La Paz. Amotinamiento civil que culminó con la
renuncia del mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada.
La Central Obrera
Boliviana (COB), la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia
(FSTMB), la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CSUTCB), y otras federaciones que heredaron el desgaste de las décadas
pasadas, actuaron prácticamente en la
retaguardia de las grandes movilizaciones sociales de última generación,
siguiendo y apoyando a los movimientos sociales que, sin pertenecer a una clase
definida o más bien, integrados por gente de todas las clases sociales, dirigía
las acciones contra determinadas instancias y pertenencias del Estado.
Podemos afirmar,
que la primera década del Siglo Veintiuno, perteneció a la inventiva y accionar
de los movimientos sociales.
Los “movimientos
sociales” muestran en la práctica diaria su espíritu independiente, reacio
a compromisos y alianzas políticas que no respondan en última
instancia, a sus intereses. Actúan casi siempre, impulsados en nombre de reivindicaciones
concretas.
Una vez que han
logrado sus objetivos, retornan a la calma y se difuminan en estado latente,
hasta que sale a la superficie una nuevo reto que combatir, no importando quién
esté al frente, sea aliado o enemigo potencial.
ANALISIS
ERRONEO
En la actualidad,
ideólogos cercanos al indigenismo, erróneamente, afirman que los movimientos
sociales constituyen la base social del proceso de cambio; que son la fuerza
viva que sustenta al gobierno. Tesis que encuentra su antítesis precisamente, en el espíritu independiente, crítico y caótico de los grupos sociales.
La tesis, habría
tomado como centro del análisis, la premisa de que el líder del proceso de
cambio, obtuvo seguidas victorias en los eventos electorales, incluido un
referéndum revocatorio con el voto de los movimientos sociales y que por lo
tanto, éstos son, naturalmente, la base social y estable del proyecto.
Enfoque irreal,
que habría olvidado, tal vez, la mutabilidad constante de los movimientos
sociales.
La tesis oficial,
respondería más bien a un análisis estático que no habría considerado el cambio
como único factor permanente. Al decir cambio, decimos avance, desarrollo,
ruptura.
Si bien es cierto
que el gobierno es apoyado por otros movimientos sociales, cuyos intereses aún
no han entrado en contradicción con el Palacio Quemado; la tendencia sugiere
más temprano que tarde, una posible
“bifurcación” entre ambas partes.
En ese marco
dialéctico, citemos como experiencia los violentos sucesos de Octubre 2003,
cuando los movimientos sociales, organizaciones laborales y de
vecindarios, buscaron un cambio (“Agenda de Octubre”), deponiendo
al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada;
anulando poco después, a los
sobrevivientes del antiguo sistema político: Mesa-Veltzé.
Hay indicios de que aquel impulso
no habría culminado su ciclo en Octubre 2003, sino que estaría presente y
activo en la actual etapa de
contradicciones, entre el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), y los movimientos
sociales “disidentes”.
PUNTOS DE
RUPTURA
En
realidad, los movimientos sociales no han dejado de operar jamás. Por ejemplo
el paro cívico del departamento de
Potosí en agosto 2010 que, por su fortaleza consiguió movilizar al país,
superando en expectativas a la desaparecida “media luna”. Causó deterioro
interno en el MAS y desgastó al mismo gobierno. Félix González, gobernador de
Potosí, dejó coyunturalmente su militancia para integrarse al paro. Lo mismo
hicieron diputados potosinos del MAS.
Vale
la pena comentar los eventos de diciembre 2010 nada casuales. Elevar el costo
de los hidrocarburos fue fatal para el gobierno y diseñó un punto de inflexión
caracterizado por la dramática ruptura
de la fascinación y encanto que hasta entonces unía a los movimientos sociales
y organizaciones de clase, con el gobierno del Movimiento Al Socialismo.
El
26 de diciembre, día del “gasolinazo” (Decreto 748), se rompió la atracción que
ejercía la imagen del primer mandatario en los grandes grupos populares. El
Decreto, impactó en la economía de los
movimientos sociales; descubrió
la debilidad organizativa del MAS y tocó directamente al liderazgo del primer
presidente indígena.
En
una semana, cambió radicalmente la situación del MAS, cuya militancia no apoyó el gasolinazo. Fenómeno explicable porque el
partido de gobierno, se alimentaba hasta
la firma del Decreto, de los movimientos
sociales. ¿Cómo podían apoyar al gobierno, si estos grupos humanos estaban en las
calles, rechazando el gasolinazo?
Fue también un examen para el
MAS, cuya estructura partidaria o no existía a nivel de un verdadero partido
político o en su defecto, no pudo ser activada en defensa del gobierno porque,
sus “militantes” sociales estaban protestando en las calles de pueblos y
ciudades contra el reciente alza del costo de vida.
En la ciudad de El Alto, el
Alcalde Edgar Patana (MAS), fue echado de su oficina, mientras la multitud
exigía la derogación del “gasolinazo” y
la renuncia de todo el gobierno. El 30 de diciembre, sindicatos y cooperativas
mineras de Oruro y Potosí, anunciaron que marcharían hacia La Paz, hasta conseguir la derogatoria
del “gasolinazo”, retrotrayendo imágenes de Octubre 2003.
La noche del viernes 31, horas
antes de Año Nuevo, el primer mandatario,
obligado por las circunstancias derogó el Decreto 748, porque “mandaba
obedeciendo al pueblo”. Pese a ello, el
efecto colateral del gasolinazo, repercutió de inmediato en la escasez de
alimentos, factor que influyó en nuevas marchas y paros.
En la ciudad de Oruro durante los
festejos cívicos del 10 de febrero 2011, una marcha convocada por la Central
Obrera Departamental, logró que la comitiva oficial abandonara los homenajes
cívicos. Días más tarde, otro mitin
popular salido de El Alto a la ciudad La Paz, planteó la renuncia de la
nueva Ministra de Desarrollo, Teresa Morales.
METAMORFOSIS
La metamorfosis de
los movimientos sociales, de subyugados a oponentes, alcanzó a las
organizaciones laborales. La Central Obrera Boliviana que tenía de Secretario
Ejecutivo a Pedro Montes, hombre fuerte del proceso de cambio postulado por el
MAS, jugaba un papel neutral, hasta que la
presión interna de los sectores de la COB y el ataque desde las filas
del oficialismo contra el propio Secretario Ejecutivo, volcaron las
preferencias de Montes hacia los sectores que no comulgan con el oficialismo.
El trascendental cambio de opinión de Montes, alineó a la COB a favor de los movimientos sociales disidentes. Esa fue
otra ruptura, que indudablemente, debilitó el proyecto del gobierno.
El
viernes 18 de febrero 2011, la COB con su nueva indumentaria, paralizó la sede de gobierno primero en
rechazo a cualquier elevación del costo de pasajes en el servicio público;
segundo, reclamando un salario justo ante la elevada inflación; tercero, contra la escasez de alimentos y
cuarto, exigiendo la renuncia de los principales ejecutivos del gobierno.
Pero,
las organizaciones obreras, no son las únicas respondonas. En el marco de
esta metamorfosis, el Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qollasuyo
(CONAMAQ), organización de raigambre campesina, rechazó en julio pasado la
sugerencia del gobierno de adquirir el excedente de coca producida en el
Chapare, para evitar que la hoja
milenaria alimente a las fábricas de cocaína del narcotráfico.
TIPNIS
Los
pobladores del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS),
adscritos a la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), otrora
seguidores del MAS, constituyen otro valioso aporte a la tesis de que, los
movimientos sociales son ante todo, independientes y que rompen sus ataduras
políticas, si éstas no están en correspondencia a sus intereses económicos y
culturales.
Como es de
dominio público, treinta y cuatro comunidades y doce regiones que viven o
dependen del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS),
apoyados por la CIDOB y organizaciones indígenas del área amazónica de nuestro
país, marchan para impedir la construcción de una carretera a San Ignacio de
Moxos. La extensa zona selvática posee un millón 236 mil hectáreas de fértil territorio, fue denominada “Parque Nacional Isiboro-Sécure”,
en 1965. En 1990, logró el status de
Territorio Indígena.
En el
presente análisis de investigación, dejamos el problema caminero para enfocar
la profundidad del problema: la marcha del Tipnis, suma las contradicciones
entre varios movimientos sociales y la política del gobierno boliviano.
En efecto.
las nuevas contradicciones, han trasladado el conflicto social al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure
(TIPNIS), y se hizo fuerte después que la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), anunciara
que los pobladores de la región, apoyados por diversas etnias del oriente,
marchan hacia la ciudad de La Paz, con el objeto de impedir la mencionada
carretera.
El
presidente de la CIDOB; Adolfo Chávez, dijo que esta organización podría
pasarle la factura al gobierno, votando por el “NO” en octubre, si no se detiene el proyecto caminero
apoyado económicamente, en parte, por el gobierno de Brasil.
Después
que el gobierno de Brasil y su embajador
en Bolivia, Marcel Fortuna Biato, sugirieran que la administración de Evo
Morales inicie diálogo con los indígenas
opuestos a la construcción de la carretera, surgieron posiciones muy duras que han impedido
cualquier acercamiento.
¿Cómo se
explica que otro movimiento social, esta vez del oriente boliviano, eche por la
borda su alianza con el MAS?
Sin duda
alguna, la CIDOB, de larga historia sindical y una de las primeras
organizaciones que introdujo en Bolivia,
la marcha interdepartamental como forma de lucha reivindicativa; ya no
pertenece al área de influencia del MAS.
MOVIMIENTOS
SOCIALES OPUESTOS
Hay otra
figura que tal vez, repercuta en este conflicto a medida que los indígenas
avanzan hacia la sede del gobierno y que necesariamente, deben transitar por el
subtrópico de Cochabamba. Los marchistas del TIPNIS, calculan que su caminata
hasta La Paz, duraría más de un mes. En ese período de tiempo, núcleos sociales
pertenecientes a la Seis Federaciones de
Productores de Coca del Trópico de Cochabamba y
organizaciones femeninas cercanas a las “bartolinas”, intentarían posiblemente neutralizar a los caminantes del TIPNIS.
Por otra
parte, la Confederación Sindical de Campesinos Interculturales de Bolivia
(CSCIB), declaró públicamente su deseo por ocupar las tierras del Parque. Esta Confederación, podría desviar la lucha de las comunidades que pueblan el
TIPNIS y transformar el rechazo a la construcción de la carretera, en una lucha
por la posesión de tierras del Parque Isiboro-Sécure.
Otro
indicio del malestar emergente, es la disminución del grado de influencia de la
Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), en
los trabajadores rurales, por su
indiferencia ante los problemas que atañen a las etnias del oriente. La CSUTCB
ha intercedido reiteradamente en favor del gobierno para desmovilizar la marcha
del TIPNIS y deslindó cualquier ligazón
con el esfuerzo de los marchistas.
La
organización opuesta y que podría suplantar a la CSUTCB o por lo menos atraer a
los sectores campesinos, sería el CONAMAQ, que empieza a ocupar el vacío
político de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de
Bolivia. El CONAMAQ, por su audacia y línea contestataria al gobierno, no sólo
participa en la problemática del TIPNIS, sino que también, se posesiona como
una entidad leal, por encima de cualquier convenio político, hacia la masa
campesina e indígena.
Mientras tanto, se han pronunciado con
vehemencia dos estamentos: la Federación
de Juntas Vecinales (FEJUVE) de la ciudad de El Alto, que exige entre otras
reivindicaciones la realización del Censo y la Central Obrera Boliviana (COB),
que reclama el cumplimiento de ocho puntos. Los más importantes, son:
reestructuración de la Caja Nacional de Salud,
respeto al fuero sindical, abrogación del decreto 21060 y cumplimiento
del incremento salarial.
CONCLUSIONES
El impulso combativo y de cambio
que levantó a miles de ciudadanos en las ciudades de El Alto y La Paz, en
Octubre 2003, hasta lograr la renuncia del primer mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada, de sus aliados Manfred
Reyes Villa y Jaime Paz Zamora y luego quitar el respaldo político a los
sucesores Carlos Mesa y Rodriguez Veltzé, no
fue agotado en aquella etapa de cruenta convulsión social.
Aquel ciclo no culminó el 2003 y
parece estar presente en los ajetreos de los movimientos sociales que desde
entonces hasta nuestros días izan la bandera de viejas y nuevas
reivindicaciones.
Está planteado en el escenario
nacional, la existencia objetiva de movimientos sociales “disidentes” que si en
principio apoyaron al gobierno del MAS, hoy constituyen la fuerza primordial
que se rebela contra quienes no cumplen la “agenda de Octubre”.
Estos movimientos disidentes, no
son producto del trabajo de la oposición política, porque ésta deambula bajo
los efectos demoledores de Octubre 2003. En efecto. La oposición no tiene un
norte ni un programa alternativo. Su actividad se resume a intervenciones
ocasionales de los parlamentarios asambleístas.
En cuanto a los movimientos
sociales, que aún están bajo la influencia del MAS; podrían ser utilizados
contra los movimientos sociales “disidentes”.
Sin embargo, esta posibilidad es cada día más remota por la
característica principal de los movimientos oficialistas y disidentes: espíritu
independiente y tendencia a romper lazos
políticos y alianzas, si sus intereses no son respetados o no son atendidos a
tiempo. Así lo señala la experiencia que vivimos a lo largo y ancho de nuestro
país.
Al concluir nuestra investigación
sobre los movimientos sociales, debemos apuntar que, las organizaciones
campesinas e indígenas, entre ellas la CSUTCB, sufren también los rigores
impuestos por el levantamiento de Octubre 2003. No sería raro que, la
Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia, pase de las
manos del oficialismo a las manos del CONAMAQ, como sugieren las tendencias de
cambio y reacomodo de fuerzas sociales (clovisdiaz@yahoo.es).-.
Artículo publicado en Agosto 2011. Por su contenido actual, lo edito nuevamente.-.
Artículo publicado en Agosto 2011. Por su contenido actual, lo edito nuevamente.-.
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