I
Por Clovis Díaz
La Paz , Bolivia,
Abril 2012.- El gobierno, a “sugerencia de la Organización de Naciones Unidas”
postergaría por unos meses, la Consulta Previa sobre la construcción del tercer
tramo carretero de la vía interdepartamental Villa Tunari, San Ignacio de
Moxos.
El Ministro de
Gobierno Carlos Romero, citó una sugerencia del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia, Denis
Racicot, en sentido de que sería beneficioso para ambas partes en conflicto,
postergar la Consulta Previa.
CAMBIO DE OPINION
Días
antes, el primer
mandatario luego de un vuelo en helicóptero por la zona involucrada, dijo estar
convencido de que la carretera, ante los obstáculos naturales existentes,
debería atravesar el centro del Territorio
Indígena Parque Isiboro-Sécure (TIPNIS), única vía posible. Hacían coro ministros,
operadores políticos y aliados.
Portavoces del MAS
sustentaban que el gobierno había logrado “consenso en
32 comunidades de las 68 que pueblan el TIPNIS y que, por lo tanto, la Ley de Consulta se realizará a partir del
10 de mayo” llueve o truene.
Hasta entonces, la estrategia oficial sobre la necesidad perentoria de la Consulta
Previa, tanto en la bancada del Movimiento Al Socialismo, como en el gabinete
de ministros, había logrado imponer un sólido mensaje de conducta contra el
TIPNIS; reflejado en los medios de
comunicación de nuestro país.
Sin
embargo, al finalizar la tercera semana de abril, el gobierno dio un giro de 360 grados, basándose en las
declaraciones del funcionario de la ONU Denis Racicot y de inmediato, abandonó
su plan destinado a una Consulta Previa.
Entonces,
puso manos a la obra para modificar la
Ley 222 y postergar la Consulta “por unos meses”. ¿Qué había sucedido?
CRISIS DE GOBERNABILIDAD
A mi juicio, más
que las declaraciones de Denis Racicot, el fondo radicaría en la situación de
crisis social que afecta directamente a la gobernabilidad y a la misma imagen
del primer mandatario del Estado Plurinacional.
El sábado 21 de
abril del presente año, más de 4 mil trabajadores de Salud, entre ellos
médicos, paramédicos, personal de servicio y administrativo, continuaban en
huelga, apoyados por cientos de universitarios de la ciudad de El Alto y por
una huelga de maestros que pedía un nuevo gobierno capaz de solucionar el
problema económico y social de todos los
sectores laborales.
Hacían causa
común, la Central Obrera Boliviana;
Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qllasuyo (CONAMAQ); pueblos selváticos
afiliados a la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB);
federaciones y sindicatos de choferes, exigiendo elevar las tarifas de
transporte público; juntas vecinales, un grupo de víctimas de las dictaduras, disidentes
campesinos del MAS; etc.
Este inmenso y
compacto bloque elevaba la temperatura
política y disociaba el curso normal de la vida en las principales ciudades del
país. Estaba integrado por grandes grupos de trabajadores del campo y la ciudad
descontentos. Exigía aumento de salarios
de acuerdo al costo de vida. Otros movimientos participaban reclamando nuevos empleos, como lo había
prometido el presidente Evo Morales, en
la campaña electoral del 2009.
El caudal de
paros, bloqueos de carreteras nacionales e internacionales; huelgas de hambre del
Magisterio, caracterizadas por una “huelga de hambre seca”, es decir, sin
probar ni un bocado de agua; paralización casi total del servicio médico,
impactó directamente en la gobernabilidad del país; en el proyecto
de reelección presidencial, en la
estabilidad no sólo del gobierno, sino también en las fricciones internas del
Movimiento Al Socialismo.
ENFOQUE UNIPOLAR
Desde los primeros
meses del 2011 etapa en que los pobladores del TIPNIS en su Octava Marcha
llegaron hasta La Paz; hasta el mes de abril del 2012 cuando las comunidades
del área amazónica, anunciaron la Novena Marcha del TIPNIS, el gobierno y todo
su aparato político, habría enfocado el problema del TIPNIS como el único
existente en el país.
Esta falsa
percepción, generó por supuesto, una falsa idea de que fuera del TIPNIS, no
había de qué preocuparse y de que Bolivia estaba contenta con el cambio…
El enfoque
unipolar sobre el TIPNIS, impidió ver al oficialismo la existencia de agudos
problemas económicos, sociales y hasta de política internacional. Es increíble,
como un gobierno nacional, descuidó a lo largo de doce meses numerosos asuntos
vitales para el país y sólo tuvo en mente, el TIPNIS.
Hoy, la situación
de crisis social es tremenda. Pasa su factura a los conductores políticos que
habrían despertado a una realidad
distinta a la pintada por sus analistas e ideólogos.
LA NOVENA MARCHA DEL TIPNIS
¿Por qué, ahora el
oficialismo levanta bandera blanca en el tema de la Consulta Previa? Al
parecer, por el temor de que, la Novena Marcha del TIPNIS; aglutine a su paso y
en particular en la ciudad de La Paz, a todos los sectores y movimientos
sociales descontentos contra el gobierno de Evo Morales.
El 25 de abril,
día de inicio de la Novena Marcha, se ha convertido en un símbolo de gran
atracción por su poder de convocatoria y por constituir un vehículo de
aglutinamiento del descontento.
No en vano, la oposición
legislativa y los movimientos sociales (otrora
aliados del oficialismo), mantienen la
efervescencia del conflicto hasta la partida de la Novena Marcha del Territorio
Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS).
Tras la movilización
del TIPNIS y de los sectores descontentos, parece flotar el cuestionamiento de
que si aún es válida la representatividad del presidente Evo Morales Ayma pues,
si los grupos que le dieron su voto el 2009 para elegirlo, hoy le retiran apoyo
político, ya no estaría gobernando en nombre de esa multitud.
La Novena Marcha
del TIPNIS, es conceptuada por fuerzas descontentas
que pertenecieron al MAS y por otras tendencias políticas de oposición, como una oportunidad y alternativa para establecer un cambio de proceso.
TRES FACETAS
En nuestra
investigación sobre el fenómeno social y la Novena Marcha del TIPNIS,
establecemos tres posibles facetas en pleno desarrollo: 1.- Apoyar en niveles
populares, la realización de la Novena Marcha del TIPNIS; 2.- Postergar las propuestas del oficialismo en el conflicto del TIPNIS y; 3.- Aglutinar a
todos los sectores y clases sociales enfrentados al gobierno.
En nuestra
investigación, si bien el conflicto del TIPNIS constituye el enfoque central,
no desconocemos la situación caótica reinante en la ciudad de La Paz que, a su
vez, retroalimenta las aspiraciones de los grupos descontentos.
CRISIS DEL ESTADO PLURINACIONAL
A partir de fines
de diciembre del 2010, cuando el gobierno decretó el alza de hidrocarburos y
hasta abril del 2012, cuando se anunció la Novena Marcha del TIPNIS; es notorio
un hecho elocuente: el fenómeno de la crisis del Estado Plurinacional.
No son casuales
las disputas internas del Movimiento Al Socialismo, por controlar el poder
político. La crecente debilidad ideológica del MAS, contribuye al deterioro del
Estado Plurinacional.
Un factor digno de
mencionar por su importancia social, es el distanciamiento y deserción de
grandes grupos sociales con el gobierno del MAS; en consecuencia, cercanos o
potables para la oposición.
Otros grupos están
apartados del “proceso de cambio”, que apoyaron decididamente con su fuerza y
su voto al gobierno actual. Pertenecen al área occidental y a la zona del
oriente como son respectivamente, “Los
Ponchos Rojos” y comunidades que pueblan el TIPNIS bajo el mandato de la
Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB).
También es
oportuno, citar a gran parte de la clase media que votó por el cambio en las
elecciones del 2009. Hoy, esta clase social, rechaza una posible reelección presidencial y la continuidad del proceso.
En suma, estos
factores, entre otros, van configurando las futuras condiciones de una ruptura
con el Estado Plurinacional que difícilmente podría sobrevivir, al retiro de
las principales fuerzas sociales que hicieron posible su edificación.
(clovisdiaz@yahoo.es).
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