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lunes, julio 16, 2012
TIPNIS: UN "RESABIO COLONIAL" SOCORRE AL PROCESO DE CAMBIO
Por Clovis Díaz
La Paz, Lunes 16 de Julio de 2012 (EL DIARIO).- Ironía de la Historia: un resabio colonial
acudió en socorro del gobierno boliviano, aislando a los componentes de la
Novena Marcha del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure
(TIPNIS), estacionados en La Paz.
Se trata de los “corregidores” que en número de cuarenta y cinco, con tuición en el TIPNIS, firmaron un Acta de
Entendimiento, aceptando la consulta previa destinada a establecer o no, la construcción de una carretera que
atravesaría el mencionado espacio territorial.
Los corregidores, asistieron en la noche del martes 3 de julio 2012, a
una reunión de alto nivel con los
ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; de Gobierno, Carlos
Romero; de Obras Públicas, Vladimir
Sánchez y de Medio Ambiente, Felipe Quispe.
Los corregidores suscribieron el Acta, en representación de la Subcentral TIPNIS; Subcentral Sécure y Consejo Indígena del Sur (CONISUR). El
Ministro de la Presidencia, dijo en esa ocasión, que otros once corregidores del Río Ichoa, no asistieron
a la firma del Acta porque esperaban en el lugar la visita del primer
mandatario.
El Acta de Entendimiento, según los portavoces oficiales, cumple con
la Ley 222, de acuerdo a exigencias del
Tribunal Constitucional Plurinacional.
Los indígenas de la Novena Marcha del TIPNIS, que acampaban en la
ciudad de La Paz, no asistieron a la
reunión convocada por el gobierno. Rechazaron la realización de la consulta
previa contenida en la Ley 222, porque la consideran tardía , de ribetes no
constitucionales y criticaron la actitud de los corregidores.
CIERRAN
EL CERCO
Los corregidores, cerraron y completaron el cerco táctico del
oficialismo tendido contra los
marchistas del TIPNIS, debilitándolos no sólo en el contexto de negociaciones,
sino también entre las numerosas etnias
que pueblan el Parque.
Está muy claro, que la estrategia de la Presidencia del Estado
Plurinacional, logró desvirtuar en algo la imagen de los marchistas y de sus
principales líderes. La campaña de propaganda política contra Fernando Vargas y
Bertha Bejarano, entre otros caudillos del TIPNIS, habría obtenido resultados
deteriorando la imagen de ellos.
OTROS
FACTORES
Sin embargo, en el aislamiento
político y sindical de los indígenas del TIPNIS, intervinieron otros factores que, a nuestro juicio, son:
a).- Retorno del Beni a la ciudad de La Paz, apenas concluida la exitosa Octava
Marcha del TIPNIS, con un contingente agotado mientras que en el centro
político, La Paz, se desarrollaban distintos procesos sociales con los cuales,
el TIPNIS, al parecer, no tenía contacto;
b).- Recorrido de más de 600 kilómetros
en constante subida, en pleno inicio del invierno; c).- Contingente disminuido que,
además, caminaba con niños y personas enfermas, tardando más de lo previsto en el
difícil recorrido hacia La Paz; d).- Escaso avituallamiento de provisiones,
agua y medicinas, antes de partir y durante el recorrido de la selva a la
cordillera; e).- Eventual ausencia del presidente de la Subcentral TIPNIS,
Fernando Vargas, en unos casos por enfermedad y en otros, por asistir a eventos
externos; f).- La inactividad del Pacto Social Indígena (PSI), integrado por
grupos disidentes al gobierno o que en su época pertenecieron al MAS; g).- El
arribo de los marchistas a la ciudad de La Paz, coincidió con el inicio de la
vacación escolar que, por supuesto, desmovilizó al gremio de Maestros y de
otras instituciones sindicales, coadyuvando indirectamente al aislamiento
indígena.
MALA
JUGADA
La Novena Marcha, jugó mal sus cartas. Por ejemplo: g).- No mantuvo
representación en nombre del TIPNIS, que participe de la huelga de médicos y de
otros sectores, dejando vacío por un
largo intervalo, el preponderante lugar que había ocupado la Octava Marcha del
TIPNIS en el influyente escenario paceño;
h).- Cuando ocurrió el amotinamiento de la Policía Nacional, los dirigentes de
la Novena Marcha, esperaron en la Cumbre que da acceso a la ciudad de La Paz, para
no ser involucrados por el oficialismo, en un supuesto golpe de Estado contra el primer mandatario; permitieron que el
gobierno neutralice el motín policial , en lugar de proyectar un acercamiento
con los policías amotinados. Luego, marcharon hacia La Paz, espacio de tiempo en
que el conflicto adquirió un punto de equilibrio. La convulsión social prácticamente mitigada.
El gobierno tenía las manos libres para afrontar cualquier emergencia.
La Marcha del TIPNIS, i).- Ingresó, debilitada al barrio de Miraflores. Tuvo
que ser escoltada por ciudadanos simpatizantes con la causa indígena, mientras
el gobierno movilizaba a otros sectores afines al oficialismo o recientemente
conquistados; j).- Al llegar a la Plaza Murillo, la Novena Marcha intentó “dar
una vuelta” frente al Palacio de Gobierno y luego salir del Kilómetro Cero. La
Policía evitó el ingreso; k).- Buscar un área para campamento y deambular por
el centro de La Paz, dispersó la atención del núcleo dirigente, de tal manera
que los TIPNIS, ya estacionados en las inmediaciones de la Vicepresidencia del
Estado Plurinacional, no comprendieron
que la situación había cambiado radicalmente entre la Octava y la Novena Marcha.
El escenario era otro, diferente y engañoso; l).-No asistir a la convocatoria
del gobierno, fue el último error de los indígenas rebeldes. Aportó el propio autoaislamiento
que, sumado al aislamiento político generado por el oficialismo disminuyó más
las posibilidades de readecuación de
fuerzas del TIPNIS y de sus aliados; ll).-
El apoyo de organizaciones sociales al TIPNIS ( COB, universitarios, maestros,
fabriles, mineros etc.), no revertiría el escenario político porque,
sencillamente el conflicto social, reiteramos, volvió a un punto de equilibrio,
aunque frágil, pero de enorme utilidad coyuntural para la estrategia del gobierno. La
ofensiva del TIPNIS; pasó a ser la contraofensiva del gobierno.
TACTICA DEL
GOBIERNO
Sin duda alguna, el tiempo que perdieron los marchistas del TIPNIS
---empleado en caminar más de 600 kilómetros de Trinidad a La Paz--- fue
aprovechado por los funcionarios encargados de neutralizar la Novena Marcha del
TIPNIS.
El oficialismo, nunca dejó de influir en las federaciones del Trópico
de Cochabamba y de estar en permanente contacto con sus dirigentes, entre
ellos, Edgar Tórrez, para que continúe la construcción de una carretera.
Recordemos que los cocaleros, tanto del subtrópico de Cochabamba, como de Los
Yungas de La Paz, en agosto 2011,
amenazaron en coincidencia con el Movimiento Sin Tierra (MST), activar una contramarcha en respaldo a dicha vía. En esos
días, el Canciller David Choquehuanca, hizo a maravillas el papel de
“secuestrado”.
En septiembre 2011, el gobierno para desmovilizar al TIPNIS, utilizó la denuncia de que algunos miembros de CONAMAQ
y del TIPNIS, tenían nexos con la Embajada de Estados Unidos. La Embajada
estadounidense, negó esa acusación.
No obstante, el director de la Agencia para el Desarrollo de las Macro
Regiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF), pidió la expulsión de USAID, por “apoyar
y financiar” la marcha indígena del TIPNIS. La estrategia del oficialismo,
pretendía involucrar a Estados Unidos y Organizaciones No Gubernamentales, como
supuesto apoyo internacional a los
marchistas.
En junio 2012 , pocos días antes del arribo de la larga columna
indígena a La Paz: k).- El gobierno convenció a una fracción del
Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qllasuyo (CONAMAQ), al mando de Carmelo
Titirico, para que abandonara la alianza CONAMAQ-TIPNIS.
La fracción además de renegar de la alianza con el TIPNIS, exigió la
renuncia de Rafael Quispe quien denunció el 17 de agosto del 2011, durante la
Octava Marcha del TIPNIS; “que el aparato estatal busca dividir a los indígenas
con la política que siempre aplicó, en base a la teoría de Maquiavelo de
dividir para reinar. El gobierno ha tratado de crear otra Central Obrera Boliviana
(COB); de crear un CONAMAQ paralelo. En varias marchas, el oficialismo las ha
dividido como ocurrió con la Central Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB)”,
agregó.
En cuanto a la campaña de propaganda oficial 2012: l).- Su continua y
reiterada difusión marchó, valga el
término, siguiendo los pasos de los indígenas de la Novena Marcha,
desacreditándola, negando liderazgo a sus portavoces; ll).- La puesta en escena de los corregidores,
como parte social del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure, fue
determinante para desmovilizar, en última instancia, a los líderes indígenas y
sus seguidores acampados frente a la Vicepresidencia del Estado Plurinacional.
Este es el apretado resumen de errores y logros de
los dos frentes en disputa: TIPNIS y gobierno.
CONCLUSION
Los factores que citamos en el análisis de la Novena
Marcha del TIPNIS, nos permiten concluir
en que, para el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), el tema de la
consulta previa dejó de ser un problema social, para convertirse en un apéndice
técnico de pronta realización.
Que la Novena Marcha, fue neutralizada con la misma
gente del TIPNIS. Remontándonos a los cronistas de la Colonia española, éste
sería un simple caso de “indios contra indios”.
Que la utilización de los corregidores, definió la
situación a favor del gobierno, pero abrió simultáneamente, un espacio de lucha
entre corregidores y etnias que se sienten “traicionadas” por su propia gente.
Que subyacen
nuevos conflictos contra la política oficial; contra un gobierno que no hace
cumplir las leyes del Estado Plurinacional; contra un gobierno debilitado por
los movimientos sociales, cuyo futuro político parece impredecible ante el
gigantesco desafío de la gobernabilidad
y el anuncio de una nueva escalada de conflicto social.
Que junto a la neutralización de la Novena Marcha
del TIPNIS, está deteriorada la supuesta influencia política de por lo menos
dos partidos políticos que habrían apoyado la Marcha, en provecho de su propia
campaña proselitista.
Que las acusaciones contra la supuesta influencia de
la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, respecto a un nexo con dirigentes
indígenas, han caído por su propio peso.
En el caso del supuesto “golpe de Estado” la opinión
pública nacional, percibió que no existe una oposición unida ni dispuesta a
llevar los conflictos hasta el límite en que, el conflicto se transforma en un
arma política para la toma del poder.
LOS CORREGIDORES EN
LA COLONIA ESPAÑOLA
Nos queda aún referirnos a la historia de los
corregidores que, en la Colonia, encarnaron al verdugo de los indios
colonizados y que en el inicio del Siglo Veintiuno, son verdaderos sobrevivientes
del sistema colonial, tal vez, ejerciendo su oficio, sin las características de
los corregidores de hace más de cinco siglos.
A manera de ilustración ¿Quiénes fueron los
corregidores? El “Diccionario Histórico de Hispanoamérica”, de Annie Molinié-Bertrand,
Editorial Acento, dice: “Al Corregidor lo nombraba el rey o la administración
Colonial”. En el “Manual de Historia de Bolivia” de Humberto Vásquez
Machicado y Teresa Gisbert, Editorial
Gisbert, año 1963, se lee: “Corregidores, eran las cabezas de la ciudad o
región nombrados por el Rey; ejercían la suprema función administrativa y
judicial. Como justicias mayores, eran superiores a los alcaldes y como
Gobernadores, a los Cabildos. Debido a esto y que en ciertos casos fueron
cargos que se podían adquirir comprándolos, los corregidores constituyen una de
las lacras del dominio español en Amèrica y a ellos con pocas excepciones, se
debe la gran mayoría de abusos y depredaciones hechas a los indios, que
ocasionaron levantamientos de nativos tan frecuentemente en la época
virreinal”.
LOS CORREGIDORES Y
LA REBELION INDIGENA
Virgilio Roel Pineda, en su famosa obra: “Historia Social y Económica
de la Colonia”, editorial Gráfica Labor, Perú, año 1970, cita a la Audiencia
de Lima sobre el estado en que se encuentran las denominadas “reducciones” de
los indios sujetos entre otras autoridades españolas, a los corregidores: “Es
miserable ver el estado de la tierra por la opresión que padecen los indios
generalmente de todas las personas y más en particular de aquellas que tienen a
su cargo la observancia de las Ordenanzas y buen gobierno de ellos, que son los
corregidores y curas y caciques, todos los cuales pretenden enriquecerse con el
trabajo y sudor de los indios, que es causa que, desesperados con tantos
trabajos y con la obligación de asistir a las mitas, que es el mayor, dejan sus
propios lugares y reducciones y se huyen, de manera que está la tierra toda despoblada y los lugares desiertos”.
El abuso cometido por corregidores, en el ciclo que duró la Conquista
y hasta el Siglo Dieciocho, produjo grandes sublevaciones indígenas. La más
prolongada, radical y violenta, fue el Cerco de Tupac Katari, a la ciudad de La
Paz, en el año de 1781.
Siempre en el enfoque hacia los corregidores diremos que originaron en
parte, las rebeliones indígenas del
Siglo Dieciocho.
En efecto, el 4 de noviembre de 1780, el caudillo indio Tupac Amaru,
se reunió en la población de Tinta, con el corregidor de ese distrito, Antonio
de Arriaga para celebrar el día del rey. Durante la comida, el corregidor fue
apresado por Tupac Amaru. El cacique,
obligó a la autoridad española, a entregar todos los fondos que disponía la
administración colonial, en beneficio de la sublevación indígena que había
empezado. Poco después, el corregidor fue ahorcado en el pueblo de Tungasuca.
Después de la victoria de la batalla de Sangarara, en la que Tupac
Amaru venció a los españoles, el visitador Areche retornó de España trayendo
consigo una documento que abolía los corregimientos, el perdón a todos los
sublevados, excepto Tupac Amaru y sus curacas rebeldes.
MUERTE DE
TOMAS KATARI
Entretanto, en Potosí, el jefe de los indios de Chayanta, otro de los
sublevados en el AltoPerú (hoy Bolivia), Tomás Katari, retornando de Buenos
Aires, ciudad a la que viajó a pie, recorriendo tres ml kilómetros de camino,
en reclamos de sus derechos, se enfrentó al sistema colonial en la persona del
Corregidor Alós. Veamos lo que dice el “Manual de Historia de Bolivia”, obra
citada: “La sublevación de Chayanta.- Anualmente, el corregidor Alós recorría
su corregimiento haciendo las listas de los que debían servir en las minas(…)
Camino de Pocoata, Alós fue sorprendido por los indios que lo amenazaron
en Guancarani, presa de miedo, prometió
soltar a Tomas Catari (que estaba preso), y rebajar los impuestos (…) Poco
después, la “Audiencia, para salvar a Alós dio libertad a Catari. Alós fue promovido de su puesto (…)En
venganza, Catari fue apresado
nuevamente…cuando una multitud de indios
salió a su rescate, encontrándolo en Chacatilla donde a la vista de la
masa indígena, el caudillo Catari fue despeñado (por los españoles), el 19 de enero de 1781”.
REBELION DE
TUPAC KATARI
Y finalmente, valga traer de ejemplo, la obra de María Eugenia del
Valle de Siles: “Testimonios del Cerco de La Paz” . Tupac Katari, que en
realidad se llamaba Julian Apaza, unió
el nombre de Tupac Amaru y el apellido de Tomás Katari, para rebelarse como
Tupac Katari, contra el dominio español y por supuesto, contra los verdugos de
la masa indígena: los corregidores.
En abril de 1781, un mes aproximadamente después que comenzó el cerco
de Tupac Katari a la ciudad, se estableció un parlamento entre los indios
alzados y el Oidor Tadeo Diez de Medina. Los indios, aceptarían la paz siempre y cuando “se les entregara a los
corregidores (cuatro eran los que estaban en la ciudad)”.
(clovisdiaz@yahoo.es).
lunes, julio 02, 2012
FERROCARRIL BOLIVIANO EN RIELES DE LA GEOPOLITICA
Por Clovis Díaz
LA PAZ, julio (EL DIARIO).- Comentarios de prensa, alarman sobre el supuesto desmantelamiento de antiguas
vías férreas , estaciones, maestranzas y museos de trenes en el área occidental
de nuestro país, mientras que autoridades del Estado permanecen indiferentes al
problema que presumiblemente, pignora lo que sobrevive de aquel patrimonio histórico.
Según entendidos, tramos ferroviarios de La Paz a Oruro y de Oruro a Cochabamba,
“virtualmente no existen”. Los rieles, sin los cuales no hay ferrocarril, han sido abandonados desde la capitalización y
en tan largo espacio de tiempo, individuos y grupos saquean las vías para venderlas a
constructores y municipios ubicados en el altiplano boliviano.
En ferias populares de El Alto
de La Paz y de la ciudad de Cochabamba, se venden pedazos de riel a modo de
“yunques”.
El saqueo de rieles, hace
sumamente difícil que el ferrocarril retorne a sus dominios, anteriores al
proceso de capitalización de 1995, en caso de que se lo proponga el Estado
boliviano.
BREVE HISTORIA
DEL FERROCARRIL
El Siglo Diecinueve, fue el Siglo
de las Revoluciones, de los grandes inventos, del expansionismo colonial
europeo, de las luchas independentistas latinoamericanas, del Art Nouveau, del interés en el futuro
para “la sistemática exploración del mañana”, como escribió el novelista H.G.
Wells. En fin, para la prensa europea y
americana, fue el “Siglo de Oro”.
El Siglo Diecinueve, fue testigo
de la Independencia de Bolivia, de la Guerra del Pacífico; del primer ferrocarril y de
la revolución federal, entre otros eventos de nuestra Historia.
Cuando nuestra Patria Bolivia proclamaba al mundo su Independencia,
Inglaterra ingresaba a la era del ferrocarril.
Desde 1825 y hasta 1847, aquella
nación edificó 8 mil kilómetros de línea férrea, construidos por
más de 260 mil obreros.
George Stephenson y su hijo
Robert, fueron los creadores de las máquinas a vapor. La “locomotion” de George
Stephenson, recorría 17 kilómetros, uniendo Stockton y Darlington, en la cuenca
minera de New Castle. La segunda
locomotora, la “Rocket” producida por
Robert Stephenson, inauguró en 1830, el moderno sistema ferroviario inglés que
sirvió de ejemplo a los países europeos y latinoamericanos.
ENFOQUE
BELICO
Si bien, el ferrocarril fue
creado con fines pacíficos, como servicio de contenido social y económico, no
faltaron enfoques guerreristas. En 1870, Prusia en arrolladora guerra con
Francia, movilizó tropa, munición y
armamento en vagones del ferrocarril. No faltó un exaltado general prusiano, que
aclamó a George Stephenson, como “el verdadero padre de la Nación en armas,
antes que Napoleón y Klaussewitz”.
El ferrocarril, pasó a ser un
arma en Europa, mientras que el
armamento fue modernizado y puesto a punto para
el combate. Había nacido el
concepto militar de “estrategia ferroviaria”.
A modo de información sobre los
inventos del siglo de Oro, además del ferrocarril,
los armeros europeos desecharon el encendido de los proyectiles con la
llave de chispa, cambiándola por el fulminante. El ejército de Inglaterra en el
conflicto con Crimea, empleó fusiles de ánima estriada y aguja de percusión.
En aquella carrera de invenciones paralelas al tren, son pieza de
museo los fusiles “Minié” inglés, estrenados por un batallón del Ejército de
Bolivia en el Siglo Diecinueve; el “chassepot”
francés, el “dreysse” prusiano y otras excelentes armas, entre ellas la temida
“mitrilleusse” francesa con 7 cañones
acoplados, capaz de disparar 370 balas por minuto.
FERROCARRIL
EN BOLIVIA
La visión de un ferrocarril europeo, utilizado como “arma
estratégica”, conmocionó a los sectores políticos de Bolivia. El tema estuvo
vigente antes y después de la invasión chilena al litoral boliviano en 1879.
Desde 1825 a 1879, los presidentes bolivianos, habían hecho muy poco o
nada, por construir nuevos caminos o ampliar
los pocos existentes. Tanto el Litoral como el oriente, estaban aislados del
centro económico y político.
En efecto. En poco más de medio siglo de nuestra República, era
imposible una conexión regular con los polos territoriales. Detalle que
influyó, en la derrota nacional del 79 pues, los principales puertos bolivianos
del Pacífico, tenían mayor población chilena que nacional y las vías de acceso rápido
a nuestras costas desde Chile, fue el mar Pacífico.
Aniceto Arce, propietario de la mina Huanchaca, luego presidente de Bolivia (1888-1892),
perfiló la construcción del Ferrocarril Ollagüe-Oruro; es decir, “la continuación de la línea
férrea de Antofagasta a Ollagüe, en
territorio chileno” (Ver presidentes de la República de Bolivia”, Floren
Sanabria).
“No se puede dejar de citar el rol económico que jugaron las minas de
plata de la Compañía Huanchaca de Bolivia,
no sólo por la intromisión de los capitales chilenos, sino también
porque las cifras son notables en cuanto al desplazamiento de que sería objeto
este material por el estaño”, afirma
Walter Hermosa Virreira en su obra “Breve Historia de la Minería en Bolivia”.
Miembros del Partido Liberal, argumentaron que “la línea
férrea favorecía las miras chilenas que
planeaban una segunda invasión”. Indudablemente, los políticos tenían algo de razón pues, el ferrocarril
inaugurado en 1892 por Aniceto Arce, bien podía haber servido para el traslado
de tropa chilena.
Sobre el rol que jugó Aniceto Arce, respecto a la construcción del
primer ferrocarril boliviano, existen diferentes puntos de vista. Así, Cesáreo
Aramayo Avila, publicó en 1959, su obra
“Ferrocarriles Bolivianos” y desde su óptica, expresa que: “El nombre de
Aniceto Arce está definitivamente incorporado a la historia de nuestro
desarrollo económico e íntimamente ligado
al origen y ejecución de nuestra
primera red ferroviaria”
El primer Ferrocarril Ollagüe- Oruro, tenía 480 kilómetros de
extensión. “De acuerdo al contrato de venta, la línea Ollagüe-Oruro, fue
arrendada por el Ferrocarril de Antofagasta a la Compañía Huanchaca, desde 1893
a 1903. Desde enero de 1904, pudo observarse el manifiesto propósito (chileno),
de la empresa extranjera de limitar y evitar toda forma de intervención del
gobierno boliviano…”
Cesáreo Aramayo, agrega: ”La preponderancia que tomó el
Ferrocarril de Antofagasta en el
desarrollo y manejo de los ferrocarriles
integrantes de la Red Speyer; la gran
influencia de dicha entidad en la orientación y dirección de nuestra industria
ferroviaria y los alcances y consecuencias de la política absorbente y monopolista de la entidad inglesa frente a
los intereses y soberanía fue fatal para la Nación.”
LA GAVILLA
ANTIPATRIA
El abogado e historiador, Edgar Oblitas Fernández, en su libro “La
Guerra Secreta del Pacífico”, 1978, lapida al político y empresario Aniceto
Arce, demostrando con documentos, su apego a la política de Chile: “La actitud
de Narciso Campero obliga a Aniceto Arce a sacarse la máscara y presentarse
públicamente, en forma abierta. Además ya no le quedaba otra cosa; no tenía escape, pues había sido
detectada una carta muy comprometedora de éste dirigida a José Pol, en la cual
le exponía su pensamiento y sus ideas
respecto al problema con Chile. “La
única tabla de salvación para Bolivia, es la necesidad que tiene Chile de ponerla (a Bolivia), a su vanguardia para
asegurar sus conquistas (…) Chile no desplegó mucho esfuerzo para organizar su quinta columna en Bolivia.
La gavilla de cómplices con Aniceto Arce a la cabeza, ya funcionaba perfectamente…”
Así fue puesto en escena, el primer Ferrocarril boliviano.
EL PROCESO DE
PRIVATIZACION
Desde la infausta Guerra de 1879 hasta hoy, viajan en el mismo
tren, intereses externos y políticos nacidos en Bolivia. El 8 de
diciembre de 1995, la alianza política integrada por el Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR), Movimiento Bolivia Libre (MBL), y Unidad Cívica
Solidaridad (UCS), aprobó el Decreto
Supremo 24177, que en apariencia defendía el patrimonio de la Empresa Nacional
de Ferrocarriles (ENFE), pero que en los hechos lo enajenaba.
El Decreto del 8 de diciembre de 1995, en su Artículo primero,
estipulaba: “Son bienes afectados al servicio público ferroviario: Las vías
férreas principales y auxiliares.; derechos de vía de hasta 15 metros a cada
lado del eje de vía, estaciones, subestaciones, sus márgenes de seguridad,
almacenes, edificios, bodegas, cuadros de estación que sean necesarios para las
operaciones ferroviarias de transporte de pasajeros y carga, incluidos andenes,
plataformas, espacios para acceso, circulación, espera … y ¡obras de arte!”
El Decreto 24177, no dejó nada al descuido: “Las maestranzas,
establecimientos de reparación del material rodante y equipos, edificios
necesarios para las operaciones de mantenimiento espera de reparación y
espacios para depósitos de materiales
(…) Los bienes destinados a actividades administrativas y auxiliares de las
mismas; edificios dedicados a los servicios técnicos de apoyo , terrenos
destinados a instalaciones fijas de cualquier tipo, incluso cuando no tengan
continuidad con las vías y estaciones”.
“Artículo Tercero: Dispónese la
transferencia a título gratuito a favor del Estado, de los bienes de propiedad
de ENFE que se encuentren afectados al servicio público ferroviario; Artículo
Cuarto: Los bienes del Estado no afectados al servicio público ferroviario que
se encuentren bajo administración de ENFE, continuarán bajo administración de
dicha Empresa”.
El Artículo Séptimo, a la letra dice: “Para la identificación de los
bienes afectados al servicio público ferroviario, ENFE deberá levantar un
inventario definitivo, incluyendo su delimitación topográfica…”
“ENFE” Y LA
CAPITALIZACION
La Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE), fue creada en 1964 --- en plena contienda
interna del MNR—como una entidad autárquica de derecho público y personería
jurídica propia, para la administración de los ferrocarriles nacionales.
Antes de la privatización, ENFE tenía las siguientes
características: la Red Andina (FCA),
transitaba sin percances por el ferrocarril
La Paz, Oruro , Oruro, Uyuni, Tupiza, Villazón, además de unir los
ramales de El Alto, Guaqui, Viacha, Charaña, Uyuni, Abaroa, Oruro, Cochabamba;
Machacamarca, Uncía, Rio Mulato, Potosí, Sucre Tarabuco. La longitud de rieles
alcanzaba a los 2 mil 261 kilómetros y disponía de 30 locomotoras.
La Red Ferroviaria Oriental (FCO), contaba con mil 369 kilómetros de
longitud y su recorrido unía las rutas de Santa Cruz, Montero, Santa
Cruz-Yacuiba y Santa Cruz-Puerto Suárez. Antes de la capitalización la Red
Oriental tenía 23 locomotoras en servicio.
Un documento posterior al proceso de privatización, insiste en que “los índices de cantidad y
precio del Instituto Nacional de Estadística (INE), nos demuestran que el mercado del transporte
ferroviario creció en un 24 por ciento entre 1995 y 1998 (…) El comportamiento
financiero de las empresas del sub-sector es el siguiente: la Ferroviaria
Oriental en 1996 registró utilidades por 84 millones de bolivianos. Su nivel de
venta permaneció alrededor de los 200
millones de bolivianos por año, logrando su pico en 1998 con 212 millones de
bolivianos”. Datos provenientes del Ministerio de Capitalización,
Superintendencia de Transportes y Federación de Empresarios Privados de
Cochabamba.
SILALA: EL
MANANTIAL CAUTIVO
Cuando nos referimos al Manantial Silala, no sólo afirmamos que es
parte de una riquísima Cuenca
Hidrográfica de aguas fósiles, ubicada en la provincia Sud Lípez, departamento
de Potosí; también especificamos que el Silala, por su connotación histórica,
es el eslabón de una larga cadena de proyectos antinacionales nacidos antes de
la Guerra del Pacífico, renovados año tras año, década tras década hasta
nuestros días, por la codicia externa y la complicidad de algunos connacionales.
El Silala, es parte de la tragedia del Ferrocarril boliviano
Suma a esta desgracia, la incongruencia –también histórica—de nuestra
Cancillería. El Ministerio de Relaciones Exteriores y los gobiernos de Bolivia en más de un siglo, han sido y son incapaces de elaborar una
verdadera Política de Estado que conduzca al logro de las aspiraciones
nacionales.
Basten dos ejemplos en las últimas décadas: El golpe de Estado de
Natusch Busch acallando el voto de la OEA a favor de la recuperación marítima
boliviana, durante la Sesión de la Organización
de Estados Americanos en la ciudad de La Paz.
El segundo caso, ocurrió el 4
de junio 2012 en la ciudad de Cochabamba, cuando el gobierno del Movimiento Al
Socialismo (MAS), exigió en plena Asamblea de la OEA, “refundar la OEA”, desviando y dispersando el
enfoque sobre el litoral boliviano.
En esa ocasión el gobierno del MAS prefirió repetir como sus socios
del ALBA, que la OEA no presta servicio
a la América Latina y que debe ser suprimida, antes que aprovechar el escenario
internacional en beneficio de la causa marítima boliviana. ¿Tal vez para que el
ALBA u otro organismo de los recientemente creados por la batuta de Hugo
Chávez, ocupe su lugar?
El manantial Silala, es parte
de una cuenca hidrográfica de 70 kilómetros cuadrados; contiene más o menos 100 manantiales activos “de cada uno de los cuales brotan
aproximadamente dos litros de agua por segundo”, según el historiador chileno
Cástulo Martínez.
Está ubicado al sur de nuestro país, entre las hojas cartográficas a
escala 1: 250.000, SF-19-11 y SF-19-07. El área se encuentra entre los mapas
editados por el Instituto Geográfico Militar (IGM), en las hojas número 5828-2,
6028-3, 5927-1 y 6027-4, en cuyas cartas el Silala está clasificado como
manantial y no como río de curso
sucesivo. En la cartografía, intervinieron especialistas de renombre
internacional.
A decir del experto Ingeniero
Marco Montoya Rivera, en el entorno del Silala: “se encuentran grandes
yacimientos de azufre y, en el orden de prioridades, en los cerros que rodean
al Silala, se encuentra, plomo, zinc,
cobre, plata, hierro, manganeso, uranio, tierras raras, litio y los no
metálicos en cantidades industriales. El suroeste potosino, a 30 kilómetros del
Silala, también contiene gas y
petróleo”.
UN POCO DE
GEOPOLITICA
Para estudiosos de los siglos Diecinueve y Veinte, la Geopolítica
obedece al “maltusianismo”, al “darwinismo social”, al racismo y a la insuficiencia de un espacio territorial.
Tomás Roberto Malthus (1766-1834), sacerdote y economista inglés,
autor del “Ensayo sobre el principio de la población” fue el primero en
plantear que mientras la población se reproducía en proporción geométrica,
los alimentos se daban en proporción
aritmética. “La población, crece mucho más rápidamente que la producción de
medios de vida. Por lo tanto, había que abstenerse del matrimonio. El hambre y las epidemias benefician a la
Humanidad” sostuvo Malthus.
El darwinismo social, corriente de boga en el Siglo Veinte, utilizó las teorías biológicas de Charles Darwin, La
lucha por la existencia en la naturaleza, fue aplicada al papel del Estado, lo
mismo que la desigualdad social como factor inmutable.
El sociólogo alemán Oswald Spengler, “que se consideraba el auténtico
heredero de un Nietzsche mal comprendido, predicaba a su público que el hombre
era una fiera”. (ver “La dictadura alemana”, Karl Dietrich Bracher, Alianza
Editorial, 1975).
Entre la Primera y Segunda Guerra Mundial, surgieron teorías que si flotaban en el ambiente de siglos
atrás; dieron en ese período de las
grandes guerras, forma a nuevos conceptos estratégicos, entre ellos, concebir el factor geográfico como un espacio
vivo, capaz de crecer y expandir sus
límites históricos, más allá de las fronteras establecidas.
Karl Ernst Haushofer, general alemán, profesor de geopolítica, fue uno de los ideólogos que más contribuyó a esta materia, incluido el concepto del “espacio vital”. Es decir, el
acaparamiento de un nuevo espacio
vital pondría remedio a la creciente
explosión demográfica y a la falta de recursos naturales.
Con los años, la teoría del espacio vital amplió sus horizontes para concebir cualquier
territorio, como posible a ser invadido bajo la excusa de supervivencia
nacional. Apoderarse de un territorio ajeno y de sus recursos naturales: el “núcleo vital” ha dejado de ser en los hechos,
una posibilidad; es una realidad.
EL SILALA Y EL
FERROCARRIL
Ejercer el espacio vital y la llamada “frontera viva” que avanza y
avanza, tiene muchas otras
connotaciones. Por ejemplo, utilizar las aguas del manantial Silala; desviarlas
desde el territorio boliviano hacia el desierto, utilizando canales y cañerías para beneficiar a varias poblaciones e
industrias, es ciertamente, geopolítica.
La destrucción de los tramos La Paz-Oruro- Oruro- Cochabamba, es otra
connotación geopolítica. Como aseveramos
al principio de esta investigación sobre el Ferrocarril boliviano, la prensa
del país denuncia constantemente cómo personas y grupos de ciudadanos
bolivianos, saquean los tramos ferroviarios abandonados desde la Capitalización,
fortaleciendo directamente a la geopolítica externa.
El robo de rieles, durmientes,
señales de vía y la inexplicable ocupación de antiguas estaciones ferroviarias
por asociaciones sindicales, contribuye a la política de expansión geopolítica
de nuestros vecinos. Sin ferrocarril propio, abandonamos la superficie
territorial y estamos más lejanos y ausentes de comunicarnos entre nosotros y con el Pacífico.
FERROCARRIL
A LOS LIPEZ
Las provincias de Nor y Sud Lípez, del departamento de Potosí, bajo la
mirada de la geopolítica externa, poseen, reiteramos, grandes yacimientos de minerales y de hidrocarburos
ubicados en el entorno próximo al
manantial Silala.
El amplio territorio de Los Lípez, por el cual deambulan turistas
traídos por empresas no bolivianas, tiene a favor del apetito geopolítico
externo, el olvido de las autoridades nacionales, la existencia de pequeñas aldeas incomunicadas con el resto del país y una reducida
fuerza militar fronteriza . Algo parecido
a las características de Bolivia en 1879.
Las poblaciones de Nor y Sur Lípez, están aisladas del contexto
nacional por falta de caminos estables. Una invasión, pasaría desapercibida o la
noticia llegaría al centro político de Bolivia, demasiado tarde.
En base a estas consideraciones, es dable la sugerencia de construir
un ferrocarril Potosí-Lípez, como respuesta a la voracidad de la geopolítica
externa. La presencia de un ferrocarril
de carga y pasajeros, establecería sin duda alguna, nuestra soberanía en esta parte que, una vez más recalcamos,
nos remonta a los abandonados puertos del Pacífico de Bolivia.
Mientras tanto ¿será posible que el gobierno averigüe dónde van a
parar rieles y durmientes robados a los
tramos La Paz-Oruro-Oruro-Cochabamba y si es posible como cuestión de geopolítica interna, restablecer el
ferrocarril en el área occidental bajo la tuición
nacional?(clovisdiaz@yahoo.es).
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